Tomo décadas desde el primer éxito — un riñón en 1954 — para trasplantar un millón de órganos, y las autoridades no pueden revelar si este último fue también un riñón u otro órgano. Pero los activistas iniciaron una nueva campaña para acelerar el próximo millón de trasplantes alentando a más personas a registrarse como donantes.
Pero el sistema de trasplantas en el país está en una encrucijada. Más personas que nunca están recibiendo órganos nuevos (un récord de 41.356 el año pasado). Al mismo tiempo, los críticos fustigan el sistema por políticas y errores que desperdician órganos y cuestan vidas.
El mes pasado en una audiencia ante una comisión del Senado, los legisladores criticaron a la United Network for Organ Sharing (UNOS), una organización sin fines de lucro que tiene el contrato con el gobierno para administrar el sistema de trasplantes, por un engorroso rastreo de órganos y supervisión deficiente.
“Esto es cruzarnos de brazos mientras mueren personas”, le dijo la senadora demócrata Elizabeth Warren al director general de la organización, Brian Shepard, cuando ella y otros senadores sugirieron que UNOS debería ser remplazada.
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FUENTE: Associated Press