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EEUU reporta disparidades raciales en niños con COVID-19

NUEVA YORK (AP) — Las disparidades raciales durante la epidemia de coronavirus en Estados Unidos se extienden a los niños, de acuerdo con dos informes gubernamentales publicados el viernes.

Uno de los informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) examinó a niños con COVID-19 que necesitaron hospitalización. Encontró que los niños hispanos fueron hospitalizados a una tasa ocho veces mayor que los niños blancos, mientras que los niños de raza negra fueron internados a una tasa cinco veces mayor.

El segundo informe examinó casos de un raro síndrome infantil vinculado al virus. Encontró que casi tres cuartas partes de los niños con el síndrome eran hispanos o de raza negra, muy por encima de su representación en la población general.

El coronavirus ha expuesto las disparidades raciales en el sistema de salud de Estados Unidos, ya que las personas de raza negra, los hispanos y los indígenas han sido hospitalizados y han muerto por el COVID-19 en tasas mucho más altas que otros grupos.

La gran mayoría de los casos de coronavirus y muertes por COVID-19 han sido en adultos, y se considera que los niños tienen menos probabilidades de tener síntomas graves cuando están infectados. De los casi 5 millones de casos reportados en Estados Unidos hasta el miércoles, cerca de 265.000 fueron en niños de 17 años y menores, lo que representa alrededor del 5%. De las más de 156.000 muertes reportadas al mismo día, 77 eran de niños, alrededor del 0,05%.

Pero los informes de los CDC del viernes son un recordatorio de que algunos niños se están enfermando gravemente y muriendo, dijo Carrie Henning-Smith, una investigadora de la Universidad de Minnesota que se centra en las disparidades en salud.

“Estos estudios y otras investigaciones que surgen dejan claro que los niños no son inmunes”, indicó. “Los niños pueden transmitir el COVID, y también pueden sufrir sus efectos”.

Señaló que los estudios deberían dar a los líderes de la comunidad una razón para hacer una pausa sobre la apertura de las escuelas. “Tenemos que ser muy, muy cuidadosos. Estamos hablando de poner a los niños en situaciones potencialmente inseguras”, manifestó Henning-Smith.

Chantel Salas, una menor hispana del poblado agrícola de Immokalee, Florida, pasó más de 50 días hospitalizada con COVID-19. La joven de 17 años se enfermó pocos días después de tomarse la foto con su diploma de graduación de la escuela secundaria.

En un momento dado, a su madre de 41 años, Erika Juárez, se le dijo que se despidiera de su única hija.

“Fue lo más aterrador por lo que he tenido que pasar”, dijo Juárez, que trabaja en un almacén de envíos. “No tenía oxígeno en su cuerpo. Esta cosa afectaba a todos los órganos de su cuerpo”.

Juárez dijo que Salas no tenía ningún problema de salud subyacente y que aún no está segura de cómo se contagió porque nadie en su casa se enfermó. La adolescente finalmente fue puesta en una máquina que agrega oxígeno a la sangre antes de bombearla de nuevo al cuerpo, un último recurso para salvar su vida. Fue dada de alta hace unas tres semanas y ahora se está recuperando en casa.

“Siguen diciendo que es un milagro”, dijo. “Se recuperó rápidamente porque estaba muy motivada”.

El primer informe de los CDC publicado el viernes se basó en casos de 14 estados. Los investigadores contaron 576 hospitalizaciones de niños desde el 1 de marzo hasta el 25 de julio. Al menos 12 estaban lo suficientemente enfermos como para necesitar una máquina para ayudarles a respirar. Uno murió.

La tasa de hospitalización de los niños hispanos fue de alrededor de 16,4 por cada 100.000. La tasa para los niños negros fue de 10,5 por cada 100.000, y para los niños blancos fue de 2,1 por cada 100.000.

Al igual que los adultos, muchos de los niños hospitalizados tenían problemas de salud, incluyendo obesidad, afecciones pulmonares crónicas y, en el caso de los bebés, nacimientos prematuros.

Otros factores podrían explicar las disparidades, dijo el doctor Cyrus Shahpar, que supervisa las tareas de prevención de epidemias para una organización sin fines de lucro llamada Vital Strategies.

Mayores porcentajes de niños hispanos y de raza negra pueden ir a las salas de emergencia de los hospitales cuando están enfermos, lo que podría deberse a la dificultad para conseguir —o pagar— las consultas médicas. Esa falta de acceso a la atención médica regular podría conducir a enfermar con mayor gravedad, indicó.

El segundo informe de los CDC se centró en 570 niños diagnosticados con una enfermedad rara, que el CDC llama síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico. Diez de ellos murieron.

Algunos niños con el síndrome tienen síntomas que se asemejan a la enfermedad de Kawasaki, otra rara enfermedad infantil que puede causar inflamación y problemas cardíacos. Otros síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal, vómito, diarrea, dolor de cuello, sarpullido, ojos inyectados de sangre o sensación de cansancio.

“El problema subyacente que resulta en el síndrome inflamatorio parece ser una disfunción del sistema inmunológico”, dijo el doctor Ermias Belay, quien dirige el equipo de los CDC que investiga los casos de síndrome inflamatorio pediátrico.

El sistema inmunológico trabaja a toda marcha cuando se encuentra con el virus, liberando sustancias químicas que pueden dañar diferentes órganos, añadió.

En el estudio, muchos de los pacientes con la afección tuvieron complicaciones graves, como inflamación del corazón, shock y daño renal. Casi dos tercios de los casos en general fueron admitidos en unidades de terapia intensiva, y la estancia media en esas unidades fue de cinco días.

El informe de los CDC cubrió casos que comenzaron desde mediados de febrero hasta mediados de julio. Cuarenta estados reportaron casos.

El informe encontró que el 13% de los niños con la enfermedad eran blancos, mientras que más del 40% eran hispanos y el 33% eran de raza negra. En general, cerca de la mitad de los niños de Estados Unidos son blancos no hispanos, alrededor del 25% son hispanos y un 14% son negros, de acuerdo con los cálculos sobre la población.

Los científicos aún están aprendiendo acerca de la enfermedad. Los expertos dicen que la genética no tiene nada que ver con la razón por la que algunos grupos raciales y étnicos son más propensos a ser infectados por el virus, a enfermarse gravemente o a morir a causa de él. Pero aún no está claro si la genética juega un papel en el síndrome de inflamación infantil, dijeron Shahpar y Belay.

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La periodista de The Associated Press Adriana Gómez Licón contribuyó a este despacho desde Miami.

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El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe el apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.

FUENTE: Associated Press

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