La administración de Donald Trump está considerando acciones ejecutivas para desmantelar el Departamento de Educación de los Estados Unidos, con el objetivo de reducir la intervención federal en la educación y otorgar mayor autoridad a los estados. Una orden ejecutiva propuesta podría implicar la transferencia de ciertas funciones a otros departamentos, el desarrollo de una propuesta legislativa para abolir el departamento y la eliminación de funciones no contempladas por la ley. Conservadores han criticado al departamento, especialmente en temas como la condonación de préstamos estudiantiles y las protecciones para estudiantes LGBTQ. Eliminar completamente el departamento requeriría la aprobación del Congreso. Una encuesta reciente muestra que el 61% de los votantes se oponen a la abolición del departamento, favoreciendo la protección de los fondos educativos. El Departamento de Educación, creado en 1979, desempeña funciones clave como la concesión de becas para estudiantes de bajos ingresos, servicios para discapacitados, aplicación de derechos civiles y administración de préstamos estudiantiles. El equipo de Trump está dividido sobre la publicación de la orden ejecutiva antes o después de la confirmación de la nominada para Secretaria de Educación, Linda McMahon. Los esfuerzos para desmantelar el departamento cuentan con el apoyo de Elon Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental. Este movimiento continúa los esfuerzos de Trump por reducir el tamaño e influencia del gobierno.
