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El pasado 6 de mayo, Bad Bunny se presentó en Backlash, evento de fin de semana de la World Wrestling Entertainment. El boricua fue parte de una “lucha callejera” contra Damian Priest, con quien comenzó un feudo después de que este lo atacara en el monday night de Ray el pasado 3 de abril.
Después de una lucha de más de 25 minutos llena de sillas metálicas, cadenas, palos de kendo, impactos contra las mesas y hasta la intromisión de los luchadores Finn Bálor y Dominick Mysterio por parte de Damian y Rey Mysterio, Savio Vega, The LWO y Carlito para apoyar a Bad Bunny, el intérprete de Safaera se llevó la victoria.
Desde los últimos minutos de lucha, Bad Bunny se veía agotado, y es que si bien, es un hecho que las luchas son guionadas, los golpes son muy reales. Así lo demostró Benito en sus redes sociales, donde compartió una foto de los golpes que se llevó en la espalda durante su lucha contra Damian Priest.
Raspones al rojo vivo y moretones del tamaño de un balón de soccer, fueron la factura que el Conejo Malo tuvo que pagar para brindar una de las luchas más impresionantes de los últimos años, sobre todo para una figura que no practica la lucha libre de manera profesional.
La lucha que no debió ser
Cabe destacar que la lucha callejera entre Bad Bunny y Damian Priest no se tenía pensada para que fuese tan “brutal”. En un principio, se consideró una lucha de parejas entre Damian Priest y Dominik Mysterio vs Bad Bunny y Rey Mysterio. Sin embargo, los creativos de la WWE consideraron que el Conejo Malo ya estaba listo para vivir una lucha uno a uno y dar un buen espectáculo.
Hay que recordar que esta no fue la primera vez que Bad Bunny entró al cuadrilátero de WWE. En 2021, durante el Wrestlemania 37, el músico hizo dupla con el mismo Damian Priest para enfrentarse a The Miz y John Morrison, saliendo victoriosos.
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