Los líderes religiosos celebraron la decisión pero señalaron que hará falta tiempo para aplicar las medidas de seguridad necesarias.
Para evitar la propagación del coronavirus, quienes visiten los lugares de oración deben llevar mascarilla, lavarse las manos antes de entrar y mantener una distancia de al menos un metro (3 pies) con los demás fieles.
El gobierno francés había prohibido los servicios religiosos hasta el 2 de junio aunque las tiendas y demás negocios comenzaron a reabrir la semana pasada. El Consejo de Estado, el máximo órgano administrativo del país, rechazó el veto y el ejecutivo publicó un decreto el sábado autorizando la reanudación de las misas.
La Conferencia Episcopal francesa dijo que trabajaría con los responsables de las iglesias para preparar la reapertura, especialmente de cara a las homilías del Domingo de Pentecostés el próximo 31 de mayo.
FUENTE: Associated Press