Andersson fungió como primera ministra durante siete horas antes de renunciar el miércoles cuando el Partido Verde se separó de su coalición bipartidista. La escisión se dio después de que la propuesta presupuestal de Andersson para su gobierno fue rechazada y se aprobó otra presentada por partidos de oposición, incluyendo el partido populista de derecha Demócratas de Suecia, que tiene sus raíces en un movimiento neonazi.
Andersson, líder del Partido Socialdemócrata, decidió que lo mejor era renunciar al cargo e informó al presidente del Parlamento, Andreas Norlen, que seguía interesada en encabezar un gobierno conformado sólo por integrantes del Partido Socialdemócrata.
Se prevé que Norlen postule formalmente a Andersson nuevamente durante la sesión del jueves y que la votación en el Riksdag de 349 escaños se realice el lunes.
“Lamento profundamente el rumbo que ha tomado el asunto”, dijo el jueves Norlen, quien supervisa el proceso de la conformación de gobierno. Agrego que tal situación se habría evitado “si yo hubiese recibido un mensaje del Partido Verde” en que señalara que se retiraría de la coalición antes de la votación que convirtió a Andersson en la primera ministra.
Bajo la Constitución de Suecia, un primer ministro puede ser nombrado y gobernar siempre y cuando una mayoría parlamentaria —un mínimo de 175 legisladores— no se oponga a ello.
FUENTE: Associated Press