El director del Departamento de Estadísticas de la Universidad de Harvard, Rafael Irizarry Quintero, expuso ayer lo “difícil... y retante” que fue conseguir los datos del Registro Demográfico sobre la tasa de mortalidad en la Isla después del huracán María en 2017.
En una extensa cronología, el bioestadístico indicó que desde noviembre 14 de 2017 iniciaron las gestiones para conseguir la información. En ese momento lograron tener comunicación con el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR), el cual les indicó que no tenían esos datos. Entonces los refirieron al Registro Demográfico.
“En ese momento yo no lo creía, que eran 16 (muertos). Muchos de ustedes tampoco. Así que queríamos tratar de calcular esto nosotros mismos. Una forma de hacerlo es obteniendo la data de años anteriores para calcular lo que era la tasa esperada, saber cuánta gente hay en la Isla y saber cuánta gente murió cada día, y eso era lo más difícil de conseguir”, expresó Irizarry.
En un conversatorio en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, precisó que no fue hasta el 25 de enero de 2018 que la agencia les informó que no estaba autorizada para proveer los datos de mortalidad de 2017. Y aunque había salido información en distintos medios de comunicación locales y estadounidenses sobre las muertes provocadas por el potente ciclón, explicó que los datos de noviembre y diciembre estaban incompletos.
“Fue bien impresionante”
“Nosotros les dábamos (al personal de campo que hizo el estudio) unas coordenadas al azar y ellos tenían que ir en carro a preguntarle a la persona que viviera más cerca de ese punto. Fue bien impresionante… En ese momento no se nos ocurría otra forma de conseguir el número de muertes”, aseveró el investigador de Harvard.
Tras analizar los datos, dijo que notaron que la tasa de mortalidad se mantuvieron altos durante meses después del impacto inmediato del huracán. Agregó que las más afectadas fueron las personas de 59 años en adelante.
“En María y Georges el exceso de muertes fue mucho más alto que en cualquier otro huracán que miramos, excepto Katrina (en Nueva Orleáns), donde el efecto fue bien repentino; justo después que rompieron las paredes (del dique) murieron 800 personas y después de eso hubo un efecto, pero no tan grande”, indicó a preguntas de EL VOCERO.
Satisfecho ahora
“El mejor estimado que podemos dar está en 3,000 para María y creo que son como 1,000 y pico para Georges”, abundó Irizarry, quien indicó que ahora están satisfechos con la información que han recibido.
Para realizar la encuesta, se había informado que se visitaron unas 3,299 casas seleccionadas al azar en toda la Isla y se proveyó un intervalo de confianza al 95% de 793 a 8,498, por lo que el número de 4,645 muertes que se atribuyó a María en principio cae en el medio de este rango.
“El estimado que da el ‘paper’ que sale en mayo es bien impreciso y por eso es que incluyo un intervalo bien grande, pero todo lo que ha salido ha sido consistente con eso”, sostuvo Irizarry.
Recomendación al gobierno
El bioestadístico indicó que las defunciones después del huracán fueron debido a la atención médica retrasada o interrumpida, según los hogares encuestados. Por ello, recomendó al gobierno que para una próxima emergencia arregle el servicio eléctrico, verifique que todos los hospitales cuenten con luz y que la gente tenga acceso a los servicios médicos.
“La causas principales que explican los excesos en muertes eran ataques al corazón, pacientes de diálisis o personas que no funcionan sin electricidad”, indicó.
FUENTE: elvocero.com