Con un total de 450 nuevos integrantes, pero sin haber comenzado las negociaciones para un nuevo convenio colectivo, estaciones que no se han podido arreglar y en espera de que el aumento salarial prometido alcance los $1,000 mensuales, los bomberos celebran esta, la Semana del Bombero Puertorriqueño.
Para alcanzar la meta de al menos 2,100 integrantes, el comisionado de Bomberos Marcos Concepción dijo que le quedan por reclutar 350.
José Tirado, presidente del Sindicato de Bomberos, indicó que para su gremio es una buena noticia que la Junta de Control Fiscal y el gobierno empezaran a atender la falta de recursos humanos, pero expresó que es importante recordar que quedan asuntos pendientes.
Por su parte, Concepción reconoció que la escasez de personal era seria y aunque dijo que el esfuerzo ha sido grande, todavía se necesitan más bomberos.
“Eso significa que vamos a dar más atención a la prevención de incendios con los recursos humanos que nos han dado. También nos aprobaron cerca de 30 carros”, celebró Tirado.
Esperan un aumento salarial mayor
En cuanto al tema salarial, Tirado señaló que, aunque se aprobó un aumento de $625 mensuales, tras el reclamo de los bomberos y la paralización de labores, el gobierno les prometió llevar la cifra hasta los $1,000 mensuales. Explicó que una de las opciones es seguir impulsando un proyecto de ley a esos fines que otorgue “los $375 que faltan”.
“Vamos a redoblar esfuerzos en la Asamblea Legislativa”, aseguró al tiempo en que se mostró confiado en que una reunión que tendrían ayer en Fortaleza rindiera fruto para que se inicie el proceso de negociación del convenio colectivo.
Asimismo, dijo que hay una iniciativa en la legislatura para sacar a los negociados de Bomberos y Emergencias Médicas del Departamento de Seguridad Pública (DSP), que a su juicio, hace que sea muy difícil resolver los problemas administrativos y las compras.
Según Tirado, muchas veces, tanto personal de emergencias médicas como de bomberos tienen que salir simultáneamente a atender situaciones, por lo que entiende es más conveniente que las estaciones estén juntas, lo que ahorraría dinero de alquiler y pago de utilidades.
“Estar bajo el DSP es un desastre porque es un sistema muy burocrático que nos tiene con serios problemas en el pago de horas extra, con el suministro de piezas para los vehículos. Es bien serio, no se puede con seis departamentos. La ley dice que las horas extra a los primeros respondedores, bomberos, y policías se tienen que pagar en 45 días. Todavía tenemos bomberos que no han cobrado las horas extra del trabajo que se hizo (cuando el paso del huracán) Fiona… y el sistema de ponchar, Kronos, se instaló sin resolver que todo el mundo tuviera sus licencias al día. A un montón de gente no le pagaron lo que se suponía en la primera quincena”, criticó.
Mientras, Concepción eludió ser enfático sobre si favorece que el Negociado de Bomberos salga de la sombrilla del DSP. Reconoció que en ocasiones hay problemas con las órdenes de compras, pero aseguró que, ante cualquier situación, “de inmediato se tocan las puertas… y la mayoría de ellas se resuelven”.
“Debemos entender que es un poquito complejo a veces trabajar con seis negociados, considerando que cada uno tenemos nuestras necesidades, pero de mi parte, yo puedo decir que cuando necesito algo de urgencia y que por alguna razón se aguanta o va un poco más lento, hablamos con el secretario y con su equipo de trabajo y están muy dispuestos y se aligera, y se atiende”, expresó.
Sobre las horas extra, Concepción indicó que apenas falta por pagar el 90% al 95% de lo que se les debe y atribuyó la situación a errores en el cómputo de las nóminas, que no obstante cuando se han ido revisando se han pagado. Concepción no dio fecha exacta para terminar los pagos que se deben, pero espera que sea “muy pronto”.
Tirado espera que ahora que hay nuevo personal, se le devuelva al Negociado la facultad de inspeccionar todos los edificios para corroborar que cumplen con los requerimientos de prevención de incendios.
Recordó que tras el mortal incendio en el hotel Dupont Plaza, en el que casi un centenar de personas murió, ya que no había rociadores y equipo para aplacar las llamas, se modificó la ley para exigir que todos los edificios contaran con las debidas inspecciones. Más reciente, se le permitió a la Oficina de Gerencia y Permisos (OGPe) hacer también esas labores o aceptar inspecciones privadas.
“Esa gente está dando permisos a lo loco por ahí. Las inspecciones que hacíamos -que por ley teníamos que inspeccionar por lo menos una vez- pero se perdió el control. Ahora no tenemos ningún control de cuántos están inspeccionados y cuántos no. No tenemos (la cifra de) cuántas industrias tienen permisos y cuántas no. La Oficina de (Gerencia y) Permisos contrata entes privados y algunos ni siquiera van al lugar, lo que hace es que por teléfono le dicen a la gente ‘retrátame el extintor o las áreas’”, declaró.
Concepción por su parte, dijo que se está haciendo el trabajo independientemente esté a cargo de OGPe o de Bomberos, pero cuando EL VOCERO le cuestionó si estaban conformes con las inspecciones de OGPe señaló que están “conformes con el trabajo que hacen los inspectores del Negociado de Bomberos.
Al cierre de esta edición no fue posible conseguir una reacción de OGPe.
FUENTE: elvocero.com