El proyecto para restaurar y poner en funciones el hotel Normandie recibirá varios ajustes, luego de que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) determinara que parte de la construcción cae dentro de la zona de salvamento en la que no se puede construir nada de forma permanente.
Tanto el Grupo Ishay -que son los promotores del proyecto- como las autoridades del municipio de San Juan y ambientalistas coinciden en que la propuesta inicial no se puede completar como está, tras ver el deslinde del DRNA emitido el 14 de febrero, en el que se delimitó la zona marítimo terrestre, donde están los bienes de dominio público, y cuáles son las zonas de vigilancia, salvamento y separación.
En lo que no coinciden los proponentes, el municipio y los que se oponen al proyecto es en el alcance de los cambios que se requieren.
Según esas delimitaciones o deslindes hay partes del desarrollo que están dentro del parque pasivo o están en áreas restringidas, dijo Pedro Cardona Roig, exvicepresidente de la Junta de Planificación y arquitecto.
Eddie Ishay, del Grupo Ishay difirió al asegurar que es solo una pequeña esquina de una de las estructuras lo que está dentro de la zona de salvamento, por lo que anticipó que serán ajustes menores los que hagan. Aseguró que ahora les toca hacer una evaluación ambiental que no se podía iniciar sin tener el deslinde del DRNA.
“Son solo pequeñas secciones que realmente están dentro del área de salvamento, comoquiera tendremos el mismo concepto con acceso público a la playa, planificamos tener un espacio público que cualquiera pueda alquilar para sus celebraciones… así que no tenemos que ajustar mucho, solamente echar hacia atrás levemente en un área y partir de allí”, aseguró Ishay en entrevista separada.
Sobre las excavaciones que han propuesto para el estacionamiento están a la espera de que el Instituto de Cultura Puertorriqueña les dé su aprobación.
Ishay también adelantó que firmaron una carta de intención con una empresa con muchos años de experiencia en el manejo de hoteles a nivel internacional y en Puerto Rico, que darán a conocer una vez finalicen el acuerdo posiblemente para finales de este año.
Israel Alicea, administrador del municipio, también entiende que “no habrá cambios sustanciales” y que no se afecta el proyecto. Informó que el contrato todavía no se ha “activado” porque primero Grupo Ishay debe conseguir todos los permisos requeridos y el financiamiento de la obra, para lo que tienen un periodo de dos años. Después de eso entra en vigor el contrato, indicó.
Cardona Roig también levantó la preocupación de que el deslinde no tomó en cuenta los efectos del cambio climático y afirmó que en algunos años, parte del proyecto estará bajo agua.
Aunque EL VOCERO solicitó durante varios días una reacción del DRNA sobre ese reclamo, al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.
El lunes, la secretaria del DRNA, Anaís Rodríguez, reconoció que se culminó con el deslinde y que “se hizo con las condiciones actuales”.
Por su parte, Ishay alegó que la elevación futura en los niveles del mar fue un elemento que se tomó en cuenta y que ante eso se proponen algunas obras de mitigación.
FUENTE: elvocero.com