Un año marcado por feminicidios, masacres y asesinatos relacionados con las drogas

El domingo 20 de febrero ocurrió un trágico suceso cuando el niño Zedekiyahu Miller, de 12 años de edad, murió ahogado en la playa del Condado. Era oriundo de Northampton en el condado de Hampshire, en Massachusetts.

El menor se encontraba en Puerto Rico bajo el cuido de Keith Payne, el entrenador de soccer y su familia que viajaron desde Massachusetts y vacacionaban en el hotel Condado Vanderbilt.

El domingo 6 de marzo ocurrió la muerte de la niña Jamilet Aimar Muñiz Nieves, de tres años, ocurrido en el residencial Luis Llorens Torres, en San Juan. La menor fue llevada sin signos vitales al Centro de Tratamiento y Diagnóstico (CDT) del residencial y luego, la autopsia realizada por la patóloga Lorraine López Morell, del Instituto de Ciencias Forenses, certificó que murió de un trauma abdominal. El caso, aunque está esclarecido, no ha sido radicado.

Un macabro caso en el que una mujer fue asesinada y su cadáver fue desmembrado ocurrió en la tarde del martes 3 de mayo en la Casa del Peregrino, en la calle Mercedes Moreno, de Aguadilla.

Ese día se recibió una llamada alertando sobre una situación sospechosa en el lugar. Al llegar las unidades policiales, se percataron de un fuerte hedor a descomposición. En uno de los apartamentos hallaron dos maletas y de una de estas salía sangre.

En la maleta fue hallado el torso de Linda Ebner Pérez, de 43 años, que ese día había sido reportada desaparecida. El 4 de mayo, en la calle Betances, fueron encontrados otros restos humanos.

Daunta Head, sospechoso de este crimen, fue arrestado el 9 de agosto en el estado de Tennessee, donde se escondía y fue condenado a nueve años de cárcel por otros delitos, mientras la investigación sobre el feminicidio continúa abierta.

El asesinato de la maestra retirada Margarita Rodríguez Morales, de 73 años, ocurrió en medio de una balacera el domingo,15 de mayo cerca de la barriada Morales, en Caguas. La víctima quedó atrapada en medio de una balacera de carro a carro. El caso fue esclarecido.

Uno de los feminicidios no íntimos, el de la guardia de seguridad Jennifer Michelle Maldonado Padua ocurrió el martes 5 de julio, en la carretera entre Utuado y Arecibo. Anthony Salvá Rivera, de 26 años, quien trabajaba con la joven en la seguridad de la Central Hidroeléctrica en el lago Dos Bocas, de Arecibo, la informó desaparecida.

En medio de la búsqueda, Salvá Rivera dio una confesión y desencadenó en que agentes de la División de Homicidios del CIC de Arecibo dieran con el cuerpo de la mujer en un risco, a orillas de un río, en la carretera 123.

En mayo se registraron tres de las seis masacres ocurridas entre el 1 de enero y el 2 de octubre. La primera el jueves 12 de mayo en el negocio El Tamarindo, en Guaynabo, donde tres personas fueron ultimadas a balazos.

El domingo 22 de mayo se escenificó una masacre en el residencial Villa Esperanza, en Río Piedras, donde cinco personas fueron asesinadas. El martes 24 de mayo se registró una masacre con tres víctimas en la urbanización Villa Graciela, en Juncos.

El 2 de julio ocurrió una masacre en Levittown, Toa Baja, con tres víctimas; el 29 de julio otras cuatro personas fueron masacradas en el residencial Quintana, en Hato Rey, y el 2 de octubre se registró la sexta masacre con tres víctimas frente a un cementerio en San Lorenzo.

Al amanecer del martes 5 de julio, varios individuos vestidos con uniformes tácticos de la Policía, llegaron a una casa detrás de la capilla en el sector Los Robles, en el barrio Camarones, en Villalba y asesinaron a Edgar Rafael Rodríguez Colón, apodado Avatar tras entrar a su hogar diciendo que era un allanamiento.

Avatar fue uno de varios individuos investigados por la muerte de la joven Nashaly Cristina Torres Vargas, ocurrido el 6 de octubre del 2020, en Villalba.

El 28 de agosto fue acusado Joaquín Alexander Cruz Jiménez, quien presuntamente asesinó al guardia de seguridad Alby Orlandis Rosa Velázquez, al clavarle un cuchillo en el cuello, después de que fuera expulsado del Distrito T-Mobile en Isla Grande, donde había provocado un altercado con varios clientes en la madrugada del 28 de agosto.

Cruz Jiménez, de 46 años de edad, con un abultado expediente de casos criminales en los foros estatal y federal, atacó a Rosa Velázquez, de 36 años de edad, prácticamente a traición.

El 1 de agosto el adolescente Javier Antonio Cordero Nevárez, de 16 años, murió acribillado al recibir cerca de 15 balazos a manos de agentes de la Uniformada que intentaban intervenir porque conducía una guagua hurtada Hyundai Tucson color gris modelo del 2016. La intervención ocurrió en la urbanización La Riviera en Río Piedras, donde se levantaron alrededor de 60 casquillos de las balas disparadas por los uniformados. Siete agentes y un sargento se encuentran oficialmente bajo investigación y el caso no ha sido radicado.

Otro de los feminicidios que causó gran consternación fue el de Iraida Hornedo Camacho, ocurrido en la mañana del sábado 22 de octubre. El feminicida Diego Figueroa Torres, quien era el presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), se suicidó. Ambos cadáveres fueron hallados en la guagua de la víctima en el estacionamiento de un centro comercial en la urbanización Villa Nevárez, cerca de la antigua cárcel Oso Blanco, en Río Piedras.

El vil crimen del joven militar Jan Carlo Rivera Lugo, de 23 años, se registró el martes, 14 de noviembre de 2022, en la calle 12 del sector Nueva Vidal en el barrio El Tuque, en Ponce. Ana Napoleoni Medina, de 43 años, y su hijo Jeromy Pietri Napoleoni de 24, fueron acusados. Ambos presuntamente operaban un punto de venta de drogas en el lugar y se molestaron porque el militar pasó en su vehículo en contra del tránsito. La mujer se entregó el martes a las autoridades.

El 6 de diciembre fue arrestado Rafael Miranda Tolentino, el presunto gatillero conocido como “Kikuet” y quien según fuentes policiales era la persona a la que la exfiscal Janet Parra se refería al señalar que había una larga lista de casos de asesinato pendientes de someter. Después de su arresto fue acusado por varios casos de asesinato.

El 13 de diciembre se reportó la muerte del cantante Ubaldo (Lalo) Rodríguez, frente al edificio 54, en el residencial Sabana Abajo, en Carolina, por aparentes causas naturales. La muerte del artista, recordado por muchos éxitos como “Ven devórame otra vez”, fue sentida por amantes de la música tropical en todo el mundo. Entretanto se espera el informe del Instituto de Ciencias Forenses para conocer las causas de la muerte del Canario de Carolina.

FUENTE: elvocero.com