Esta caída del Producto Interno Bruto —la medida más amplia de la economía— siguió a la contracción de 1,6% anual en el primer trimestre del año. La caída del PIB en dos trimestres consecutivos constituye un indicador informal, aunque no definitivo, de recesión.
El informe aparece en un momento crucial. Consumidores y empresas padecen los efectos de una fuerte inflación y el encarecimiento del crédito. El miércoles, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés referente en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva para tratar de contener la inflación más alta de las últimas cuatro décadas.
La Fed intenta lograr un muy dificultoso “aterrizaje suave”: un freno a la economía que logre contener el aumento desenfrenado de los precios sin provocar una recesión.
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Associated Press
El presidente de la Fed, Jerome Powell, y muchos economistas han dicho que, si bien la economía se debilita, no ha caído en una recesión. Apuntan en particular al robusto mercado laboral, con 11 millones de ofertas de empleo y una tasa de desempleo insólitamente baja de 3,6%, para insinuar que la recesión, si viene, aún es un hecho lejano.