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Salud

El total de muertes por COVID-19 aumenta a 1,897 con cuatro víctimas adicionales

La cantidad de pacientes hospitalizados por el virus se colocó en 251, de los cuales 44 están en intensivo

El total de muertes por COVID-19 en Puerto Rico aumentó este miércoles a 1,897, luego de que el Departamento de Salud añadió cuatro víctimas adicionales.

La agencia precisó que los fallecimientos se reportaron entre el 8 y 9 de febrero.

Muertes nuevas informadas:

  • Mujer de 91 años de la región de Caguas
  • Hombre de 72 años de la región de Ponce
  • Mujer de 56 años de la región de Arecibo
  • Mujer de 85 años de la región de Bayamón

“El número de muertes adicionales no debe interpretarse como que estas hayan ocurrido en las últimas 24 horas. De igual forma, es importante señalar que el total de muertes puede variar en la medida en que se dan los procesos de registro y codificación de las causas de muerte, lo que puede tomar varios días”, explicó Salud.

La cantidad de pacientes hospitalizados por el virus se colocó en 251, de los cuales 44 están recluidos en una Unidad de Cuidados Intensivos y 43 están conectados a un respirador artificial.

Hasta hoy, los hospitales del país cuentan con 181 camas de intensivo y 799 respiradores artificiales disponibles para adultos.

Según Salud, el término de caso positivo confirmado hace referencia a los contagios cuyo resultado fue validado mediante una prueba PCR (molecular). El caso probable es aquel cuyo resultado positivo a la enfermedad se obtuvo mediante prueba de antígenos. Mientras, los casos sospechosos, también conocidos como resultados de anticuerpos, son aquellos que arrojaron positivo a la prueba serológica, y no tienen una prueba molecular o antígenos positiva.

Además, la agencia explicó una muerte confirmada por COVID-19 corresponde al deceso de una persona con una o más pruebas moleculares positivas. La muerte probable es aquel deceso de un paciente que fue diagnosticado con COVID-19 mediante una prueba de antígenos o que su su cuadro clínico reúne los criterios para creer que padecía de COVID-19, pero nunca tuvo una prueba molecular o de antígenos para detectar el virus. Mientras, la muerte sospechosa se refiere al fallecimiento de una persona en la que se detecta un anticuerpo específico en suero, plasma o mediante una prueba serológica con su sangre.

FUENTE: elnuevodia.com

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