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Sopesan los riesgos de una flexibilización en el acceso a las playas en Puerto Rico

Profesionales de la salud advierten que no es posible suavizar medidas, sin que haya primero un cumplimiento de condiciones necesarias

La flexibilización del toque de queda y las medidas de restricción de espacios debido a la propagación del coronavirus (COVID-19), para permitir que las personas acudan a las playas como está ocurriendo en el estado de la Florida, no es una opción viable en este momento en Puerto Rico, advirtieron profesionales de la salud.

“No creo que tengamos ni la información ni las condiciones adecuadas para estar considerando en este momento ningún cambio que se pueda considerar una flexibilización a lo que está ya establecido”, afirmó el doctor Carlos Rodríguez Díaz, profesor en la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington en Washington D.C.

Díaz enfatizó en que flexibilizar las órdenes que ya están establecidas debería estar anclado en datos que evidencien que hay un control del virus a nivel local. “Los datos en este momento no sugieren eso”, sostuvo, en referencia a los casos positivos que se continúan reportando diariamente. La cifra de positivos en la isla alcanzó hoy los 1,213 casos, tras registrarse 95 nuevos diagnósticos.

Acto seguido, el alcalde de Jacksonville, Lenny Curry, anunció que sus playas reabrirían en horario limitado de 6:00 a 11:00 a.m. y de 5:00 a 8:00 p.m., para evitar que las personas se reunieran durante mucho tiempo, y prohibió artículos como toallas y sillas. Sin embargo, el sábado se observaron de grandes multitudes en las playas, personas sin guardar la distancia adecuada y sin equipo de protección, reportaron medios nacionales. En Florida hay 25,300 casos positivos y 764 muertes.

Díaz, quien también fue profesor en el Recinto de CienciasMédicas(RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recordó que, incluso con las medidas de distanciamiento físico que se han tomado en diversas partes del mundo, “hemos visto cómo a nivel global aún así la pandemia tiene un impacto muy serio en la salud y en otros aspectos sociales y económicos de los países”.

“No creo que estamos en condiciones en ningún territorio en este hemisferio, para estar pensando en reanudar actividades multitudinarias”, apuntó.

Por su parte, la doctora Ana Patricia Ortiz, profesora en el Departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas, señaló que antes de que se decida abrir las playas habría que educar a la ciudadanía sobre la importancia de aplicar las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) con respecto a la manera correcta de participar en actividades al aire libre en playas, parques y otras facilidades recreativas, mientras se previene la transmisión del COVID-19.

“Estas recomendaciones incluyen, por ejemplo, mantener el distanciamiento social de al menos 6 pies, incluso cuando se esté en actividades acuáticas, mantenerse en grupos pequeños y principalmente solo entre personas de una misma vivienda, y asegurar el lavado de manos y/o uso de desinfectante de manos cuando el agua y jabón no estén disponibles”, explicó.

Cualquier flexibilización que envuelva la aglomeración de personas, advirtió la también investigadora del Centro Comprensivo de Cáncer de la UPR, sería un riesgo potencial en este momento. “Hay que tener cuidado porque todavía hay mucho riesgo de transmisión comunitaria y no sabemos cuán fácil va a ser que las personas mantengan esas medidas de distanciamiento que son necesarias”, sostuvo.

La doctora dijo que lo ideal sería que las personas pudieran participar en actividades al aire libre, como caminar en las playas y parques, pero manteniendo las recomendaciones preventivas y el distanciamiento social requerido. “Con respecto a abrir por completo las playas, es muy temprano para pensar en eso”, sostuvo.

Respecto a las playas y balnearios, los CDC no establecen una recomendación a nivel nacional sobre si los gobiernos deben o no abrir estos espacios. "Las autoridades locales y estatales decidirán si se abrirán playas, extensiones de aguas naturales o balnearios", sostienen sus guías.

Crítico ampliar las pruebas para poder flexibilizar medidas

Para el infectólogo Miguel Colón, consultor de enfermedades infeccionas del Hospital Auxilio Mutuo y presidente de Control de Infecciones del Hospital Presbiteriano Ashford, una apertura como la de permitir el acceso a las playas y otros espacios como parques, dependerá de que se aumente la capacidad de pruebas realizadas diariamente, y de que Salud realice un rastreo de contactos efectivo, una vez se identifican los casos positivos.

“Verdaderamente tan pronto puedan hacer muchas más pruebas y puedan hacer contact tracing (rastreo de contactos) de los casos positivos, se pueden empezar a soltar un poquito las restricciones”, explicó. “Es crítico que eso esté establecido”, sostuvo, al colocar en un mínimo de mil la cantidad de pruebas que se deben procesar por día en el país.

El infectólogo explicó que, por ejemplo, debido al limitado número de kits para las pruebas moleculares disponibles en los hospitales, “tenemos que ser bien selectivos de a quién le hacemos la prueba, cuándo le hacemos la prueba y con qué frecuencia le hacemos la prueba”. El médico urgió a Salud a ampliar el acceso a esos equipos.

FUENTE: elnuevodia.com

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