WASHINGTON — Una mujer rusa acusada de ser agente secreta reconoció este jueves que conspiró para infiltrar el movimiento de derecho de posesión de armas de fuego estadounidense y así reunir información sobre los grupos políticos conservadores cuando Donald Trump subió al poder.
Como parte de un acuerdo con los fiscales federales, Maria Butina, de 30 años, se declaró culpable de conspiración por actuar como una agente extranjera no registrada y acordó cooperar con los investigadores.
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Los fiscales del caso Butina dicen que su jefe ruso, Alexander Torshin, utilizó sus contactos con la National Rifle Association para buscar canales extraoficiales de acceso a los conservadores estadounidenses durante la campaña, cuando el republicano Trump enfrentaba a la demócrata Hillary Clinton.
FUENTE: americateve.com