Más rehenes fueron entregados directamente a Israel, quienes saludaron a una entusiasmada multitud a su llegada a una base de la Fuerza Aérea. Otros fueron liberados a través de Egipto. El ejército israelí informó que uno de los rehenes fue trasladado vía aérea a un hospital, y el director del Centro Médico Soroka indicó que Elma Avraham, de 84 años, se encontraba en estado crítico “como resultado de un periodo extendido en que la adulta mayor no recibió la atención que necesitaba”.
La rehén más joven que fue liberada fue Abigail Edan, una niña de 4 años de doble nacionalidad estadounidense e israelí cuyos padres fueron asesinados en el ataque de Hamás que detonó la guerra el 7 de octubre.
“Lo que ha tenido que vivir fue impensable”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la primera estadounidense liberada en virtud del cese del fuego. El mandatario dijo que no conocía su estado de salud y no dio detalles sobre los demás rehenes estadounidenses. Biden añadió que su objetivo era extender la tregua el mayor tiempo posible.
En total, nueve niños de 17 años o menos estaban en la lista, según la oficina del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Otros tres tailandeses fueron liberados. Por otra parte, Hamás reveló que había liberado a uno de los rehenes rusos que tenía, “en respuesta a los esfuerzos del presidente ruso Vladímir Putin”. El ciudadano ruso-israelí con doble nacionalidad fue el primer rehén varón en ser liberado.
Los mediadores internacionales encabezados por Estados Unidos, Egipto y Qatar están tratando de extender el alto el fuego.
“Podemos traer a todos los rehenes de regreso a casa. Debemos seguir presionando”, dijeron dos familiares de Edan, una tía abuela y un primo, en un comunicado en que agradecieron a los mediadores.
Por primera vez, Hamás señaló que buscará extender el acuerdo al analizar la liberación de un mayor número de rehenes. Netanyahu dijo en un comunicado que había hablado con Biden y reiteró su oferta de extender el cese del fuego un día por cada 10 rehenes adicionales que libere Hamás. Pero señaló que Israel reanudará su ofensiva “con todo nuestro poder” una vez que expire la tregua.
Antes de la última liberación, Netanyahu vistió un chaleco blindado y visitó la Franja de Gaza, donde habló con los soldados.
“A fin de cuentas, devolveremos a cada uno de ellos”, dijo, añadiendo que “continuaremos hasta el final, hasta la victoria. Nada nos detendrá”. No quedó claro a dónde se dirigió dentro de Gaza.
Esta es la primera pausa significativa luego de siete semanas de conflicto, el de mayor número de muertos entre israelíes y palestinos en décadas. Más de 13.300 palestinos han muerto, dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás. La guerra ya ha cobrado la vida de más de 1.200 israelíes, en su mayoría civiles asesinados en el ataque inicial.
En Nueva York, cientos de manifestantes judíos y aliados que exigen un cese permanente del fuego en Gaza cerraron el paso vehicular en el puente de Manhattan en ambas direcciones durante varias horas el domingo. Un portavoz de la policía de Nueva York no pudo brindar de momento la cifra exacta de personas detenidas.
En tanto, el brazo militar de Hamás dio a conocer un video en que se ve a milicianos entregando a rehenes a trabajadores y paramédicos de la Cruz Roja. El video muestra a algunos combatientes con el rostro cubierto y rehenes despidiéndose efusivamente.
Familias de la localidad de Kfar Aza, en el sur de Israel, se abrazaron, lloraron y aplaudieron el domingo al recibir la noticia de que los rehenes de su localidad habían llegado a Israel. Más de 70 de los alrededor de 700 habitantes del kibbutz fueron asesinados y 18 más fueron secuestrados.
Los rehenes liberados han permanecido mayormente fuera de la vista pública. Los hospitales afirmaron que en su mayoría gozan de buen estado de salud. Se saben pocos detalles públicos sobre las condiciones de su cautiverio.
Merav Raviv, cuyos tres familiares fueron liberados el viernes, señaló que se les alimentó de forma irregular y perdieron peso. Uno de ellos dijo que comía principalmente pan y arroz y dormía sobre una cama improvisada con sillas acomodadas. Los rehenes en ocasiones tenían que aguardar durante horas para ir al baño, declaró.
La presión de los familiares ha intensificado el dilema que enfrenta el gobierno de Israel, quien busca eliminar el poder militar y de gobierno de Hamás. Este y otros grupos de combatientes secuestraron a unas 240 personas durante su incursión al sur de Israel que dio inicio a la guerra. En total, 58 fueron liberados, uno más fue rescatado por las fuerzas israelíes y dos más fueron encontrados sin vida dentro de Gaza.
La tregua le ha dado un respiro a los 2,3 millones de habitantes de Gaza, que aún se recuperan de los incesantes bombardeos israelíes que han desplazado a tres cuartas partes de la población y han destruido zonas residenciales. También se detuvo la oleada de cohetes que lanzaban los combatientes de Gaza hacia Israel.
En tanto, Hamás anunció la muerte de Ahmed al-Ghandour, quien estaba a cargo del norte de Gaza y era integrante de su principal consejo militar. Se trata del combatiente de mayor rango del que se tenga conocimiento que ha muerto en los combates. Las fuerzas armadas de Israel confirmaron su deceso.
Al-Ghandour había sobrevivido a por lo menos tres intentos de asesinato y estuvo involucrado en un ataque transfronterizo en 2006 en que combatientes palestinos capturaron a un soldado israelí, según el Proyecto Antiterrorismo, un grupo activista con sede en Washington.
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Magdy informó desde El Cairo. Las periodistas de The Associated Press Isabel DeBre, en Jerusalén, y Tia Goldenberg en Tel Aviv, Israel, contribuyeron a este despacho.
FUENTE: Associated Press