El candidato republicano y su acusadora, la escritora y columnista E. Jean Carrol, se sentaron en mesas que estaban a unos 4,5 metros (15 pies) de distancia una de la otra, en una corte federal de apelaciones. Trump no reconoció ni miró a Carroll cuando pasó directamente frente ella al entrar y salir de la sala, pero sacudió la cabeza en algunos momentos, como cuando la abogada de Carroll afirmó que él había agredido sexualmente a su clienta.
El abogado de Trump, D. John Sauer, dijo ante la Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito que el juicio civil en la demanda de Carroll se vio empañado por la presentación de pruebas inadecuadas.
“Este caso es un clásico ejemplo de acusaciones poco plausibles, sostenidas por (pruebas) muy incendiarias e inadmisibles”, aseveró Sauer, y señaló que al jurado se le permitió considerar elementos como la infame grabación del programa “Access Hollywood” en la que Trump presumió hace años de haber tocado a varias mujeres en los genitales.
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, dijo a los jueces que la evidencia en cuestión era adecuada y que en el juicio, de dos semanas de duración, se habían presentado muchas pruebas de la afirmación de Carroll de que Trump la agredió hace décadas en el vestidor de una tienda departamental de lujo.
Trump dejó la corte en una caravana de vehículos, y luego pronunció una larga diatriba contra el caso en la Torre Trump, donde volvió a decir que Carroll —y otras mujeres que lo han acusado de agresión sexual— estaban inventándolo todo.
“Es tan falso. Es una historia inventada, elaborada por alguien, creo, inicialmente, con la sola intención de promover un libro”, dijo Trump.
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La periodista de The Associated Press Jennifer Peltz contribuyó a este despacho.
FUENTE: Associated Press