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SUSCRIBITELa tensión en la guerra entre Rusia y Ucrania ha escalado nuevamente tras un ataque ucraniano con drones de largo alcance contra un aeródromo militar ruso desde donde se lanzan misiles de fabricación iraní. Este golpe estratégico busca debilitar la capacidad ofensiva de Moscú y responde a los recientes bombardeos rusos sobre ciudades ucranianas.
Según fuentes militares ucranianas, el ataque se llevó a cabo en la madrugada del miércoles y tuvo como blanco un aeródromo en la región de Kursk, al oeste de Rusia, que ha sido utilizado para el lanzamiento de drones y misiles Shahed-136, suministrados por Irán.
El gobierno de Kiev no ha revelado detalles específicos sobre los daños causados, pero imágenes satelitales y testimonios de residentes indican explosiones e incendios en la base aérea. Reportes preliminares sugieren que varias aeronaves y sistemas de lanzamiento podrían haber sido destruidos.
"Este ataque forma parte de nuestra estrategia para neutralizar la capacidad rusa de atacar a Ucrania con armas de largo alcance", declaró un funcionario ucraniano bajo condición de anonimato. "Seguiremos tomando medidas para defender nuestro territorio y responder a los bombardeos rusos".
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el ataque y afirmó que sus sistemas de defensa aérea derribaron la mayoría de los drones ucranianos antes de que alcanzaran sus objetivos. Sin embargo, no descartó que algunos hayan logrado impactar en la base.
El gobierno de Volodímir Zelenski ha denunciado repetidamente el suministro de armas iraníes a Rusia y ha pedido sanciones más estrictas contra Teherán. Este ataque contra el aeródromo ruso es visto como un intento de interrumpir la cadena de suministro y limitar el uso de estos misiles contra Ucrania.
El ataque ucraniano podría aumentar las tensiones no solo con Rusia, sino también con Irán, que ha negado su implicación en la guerra a pesar de las pruebas sobre el envío de drones a Moscú.
Además, este incidente llega en un momento en que Kiev busca más apoyo de Occidente. Zelenski ha pedido recientemente a sus aliados el suministro de aviones de combate y misiles de largo alcance para fortalecer su capacidad ofensiva.
Mientras el conflicto continúa, la comunidad internacional observa con preocupación cómo la guerra entra en una fase aún más impredecible, con Ucrania llevando la ofensiva más allá de sus fronteras y Rusia prometiendo una dura respuesta.
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