Hace exactamente un año, en octubre de 2018, el entonces gobernador Ricardo Rosselló anunció —junto a varios jefes de agencia y un nutrido grupo de policías— el incentivo que ayudaría a estos servidores públicos, a maestros y a otros empleados de gobierno a conseguir un hogar.
Junto a Rosselló estaba el aún secretario del Departamento de la Vivienda, Fernando Gil Enseñat.
Pero, un año más tarde, ni el programa ni las ayudas se han concretado. La explicación que dio el gobierno es que los $8,200 millones en fondos federales todavía no han llegado.
Gil Enseñat dijo en declaraciones escritas a EL VOCERO que “hasta tanto el gobierno federal/HUD (Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano) no proceda a firmar la segunda asignación de $8,200 millones mediante el ‘grant agreement’, en el cual se encuentran los $350 millones para el programa Asistencia Directa al Comprador, no puede darse comienzo a dicho programa”.
Se dijo entonces que los maestros, policías, bomberos y otros servidores públicos de primera respuesta recibirían un incentivo de $50,000 para comprar viviendas en los cascos urbanos y de $25,000 para adquirirlas en otras áreas. Se permitiría el uso de los fondos para comprar una vivienda principal o para una propiedad de alquiler. Incluso se indicó en aquella conferencia de prensa hace un año que el programa serviría para repoblar los cascos urbanos de la Isla.
Meses después, en abril de este año, Gil Enseñat anunció que el incentivo sería menor al proyectado originalmente.
Según publicó EL VOCERO, el funcionario señaló entonces que no había firmado el contrato con HUD para que se garantice el desembolso de fondos. El programa, aseguró entonces, sí estaba aprobado dentro del plan de acción para el uso de estas asignaciones. Agregó que bajo las nuevas cláusulas, la ayuda sería de $25,000 para todos los ciudadanos y que los maestros, policías y bomberos podrían añadir $10,000 a manera de pareo, con el gobierno aportando $3 por cada dólar hasta un tope de $10,000.
No sorprende el incumplimiento
Eva Ayala, del grupo magisterial Educamos, dijo no estar sorprendida de que no se haya concretado una promesa gubernamental de ayuda a los maestros. Afirmó que hay otras promesas en beneficio de los educadores que se han quedado en el tintero. Mencionó, por ejemplo, una que hizo la entonces secretaria de Educación —ahora acusada federal por un presunto esquema de fraude—, Julia Keleher, de perdonar los préstamos de los maestros y maestras.
“No nos toma por sorpresa porque este gobierno se ha caracterizado por estar haciendo precisamente conferencias de prensa y llamados que públicamente hacen para relaciones públicas de que van a dar unos beneficios a maestros y a otros servidores y se quedan en el olvido. Así ocurrió también con una conferencia de prensa que hizo Julia Keleher donde anunciaron que estaban condonando la deuda (por descuentos indebidos) a los maestros y al día de hoy todavía están cobrando ese dinero”, dijo Ayala.
Ayala catalogó los ofrecimientos como “promesas para tratar de entretener al pueblo”.
Creó mucha expectativa
Por su parte Diego Figueroa, presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), recordó que el anuncio de este programa se hizo “con gran despliegue y con la seguridad de que esa ayuda iba a ser inmediata”.
“Eso creó unas expectativas en los policías y los maestros porque estamos hablando de un hogar, un sitio que la misma Constitución dice que es lo más sagrado que tiene una persona y —para la situación en que se encuentran los policías y los maestros con el retiro— eso creó una expectativa grandísima”, afirmó Figueroa.
“Nadie le ha dado continuidad a la solicitud de esos fondos”, sostuvo el líder del FUPO.
FUENTE: elvocero.com