Para los miles de maestros que volverán esta semana a recibir estudiantes en salones de clase sin energía eléctrica, la recomendación de la secretaria del Departamento de Educación (DE), Julia Keleher, para un año escolar exitoso es clara: reinventarse y dar rienda suelta a la creatividad.
Un total de 680 escuelas de las 1,107 que tiene funcionando el sistema público permanecen aún sin energía eléctrica desde la catástrofe provocada por el huracán María en septiembre pasado. Una escuela, en el municipio de Ponce, permanece sin servicio de agua. Pero sus estudiantes fueron reubicados en otro plantel de manera temporal.
Aunque se espera que poco a poco vayan recibiendo el servicio eléctrico, es incierto cuándo llegará a todos los planteles. En algunos casos, podría tardar todavía meses antes de que vuelvan a la normalidad.
Sin embargo, Keleher afirma que la falta de luz no debe ser obstáculo para lograr un año escolar exitoso. Por el contrario, considera que, lejos de cruzarse de brazos ante las dificultades, hay que pensar en todas las cosas que sí se pueden hacer y actuar.
El azote de María paralizó el sistema educativo por varios días. Además de que muchas escuelas sirvieron de refugios para los miles de damnificados, los daños provocados por el huracán en otras obligaron a que permanecieran cerradas por semanas hasta que se pudieran reabrir. En algunos planteles los daños fueron de tal magnitud que fue necesario trasladar a los estudiantes a otras escuelas.
Pero de acuerdo con Keleher, las circunstancias de falta de luz son propicias para que los maestros y maestras aprovechen y desarrollen toda clase de proyectos que puedan ayudar a lograr el objetivo final de enseñanza.
“Los mismos maestros pueden reunir a sus grupos y rediseñar el proceso de enseñanza. Pueden crear actividades relacionadas con el proyecto, entrevistas, investigación, actividades fuera del salón, crear grupos mixtos”, detalló Keleher, poniendo como ejemplo alguna actividad junto a la comunidad en el fin de semana, “que se puede agregar al proceso de aprendizaje, quizás en una clase de español”.
De hecho, la secretaria considera que esta situación que llama a la reinvención del maestro “adelanta la transformación que queremos”.
“Antes todo era con requisitos, la carpeta. Y se premiaba al maestro que cumplía con todo eso. Ahora buscamos maestros más creativos, que puedan ser parte del proyecto más allá de una carpeta”, insistió Keleher, recordando que “en los sistemas de educación más efectivos los maestros son facilitadores del proceso de aprendizaje”.
En cualquier caso, la secretaria insiste en que las clases no se detendrán.
“Si nos dejamos llevar por las limitaciones nunca vamos a llegar a dónde queremos. Uno tiene que preguntarse cuántas son las cincuenta cosas que sí podemos hacer, qué proyectos podemos hacer para salir adelante y lograr nuestros objetivos”, sentenció Keleher, repitiendo el llamado a que maestros y estudiantes se salgan de las fórmulas tradicionales y busquen nuevas maneras de llevar adelante el proceso de aprendizaje.
FUENTE: primerahora.com