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Puerto Rico amaneció este lunes con un total de 284 pacientes hospitalizados por COVID-19, un aumento de 27 en comparación con ayer, domingo, informó el Departamento de Salud.
De los 284 pacientes hospitalizados, 246 son adultos y 38 son menores de edad.Se informó que 56 adultos están recluidos en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 31 están conectados a un respirador artificial. Dos pacientes pediátricos también permanecen recluidos en una UCI. Hasta hoy, los hospitales del país cuentan con 228 camas de intensivo y 914 respiradores artificiales disponibles para adultos.
Asimismo, la dependencia reportó cinco nuevas muertes asociadas al virus, por lo que el total de víctimas mortales ascendió a 2,131.
Muertes informadas:
Entretanto, Salud informó 311 nuevos casos positivos confirmados, 169 casos positivos probables y 295 casos positivos sospechosos. Ante eso, los casos confirmados suman 99,693, mientras que los casos probables son 10,140 y los sospechosos 99,811.
La totalidad de casos confirmados fue ajustada tras restar cinco duplicados. Igualmente, el total de casos probables sufrió cambios, luego de que restaron 49 que dieron positivo en una prueba molecular del virus. Mientras, la totalidad de casos sospechosos fue ajustada al restar 10 que arrrojaron positivo en una prueba molecular y cuatro que dieron positivo en una prueba de antígenos. También sumaron dos casos sospechosos previos al 20 de marzo y restaron uno duplicado.
En cuanto a la vacunación, las estadísticas de Salud sostienen que se han administrado 1,060,872 dosis que se dividen entre 679,420 personas con al menos una dosis y 381,452 personas con la serie de dosis completadas.
Según la dependencia, el término de caso positivo confirmado hace referencia a los contagios cuyo resultado fue validado mediante una prueba PCR (molecular). El caso probable es aquel cuyo resultado positivo a la enfermedad se obtuvo mediante prueba de antígenos. Mientras, los casos sospechosos, también conocidos como resultados de anticuerpos, son aquellos que arrojaron positivo a la prueba serológica, y no tienen una prueba molecular o antígenos positiva.
Además, Salud explicó una muerte confirmada por COVID-19 corresponde al deceso de una persona con una o más pruebas moleculares positivas. La muerte probable es aquel deceso de un paciente que fue diagnosticado con COVID-19 mediante una prueba de antígenos o que su su cuadro clínico reúne los criterios para creer que padecía de COVID-19, pero nunca tuvo una prueba molecular o de antígenos para detectar el virus. Mientras, la muerte sospechosa se refiere al fallecimiento de una persona en la que se detecta un anticuerpo específico en suero, plasma o mediante una prueba serológica con su sangre.
FUENTE: elnuevodia.com
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