El aumento en los casos pediátricos con covid-19 que se registra en las estadísticas del Departamento de Salud también se refleja en la oficina de los pediatras que atienden a los menores con síntomas como dolor de barriga y fiebre.
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SUSCRIBITEEl aumento en los casos pediátricos con covid-19 que se registra en las estadísticas del Departamento de Salud también se refleja en la oficina de los pediatras que atienden a los menores con síntomas como dolor de barriga y fiebre.
Las estadísticas del Departamento de Salud recopiladas en la página del doctor Rafael Irizarry evidencian el aumento en casos positivos a covid-19 en pacientes de cero a nueve años de edad.
En la semana del 26 de agosto al 1ro de septiembre, se reportaron 401 casos únicos de covid-19 en este renglón de cero a nueve años. En las primeras semanas de junio, entre los días 4 al 10, la cantidad de casos únicos en estas edades era 31. El aumento en casos en estos menores comenzó a evidenciarse a mediados de julio.
Informó que los síntomas más comunes en los pacientes pediátricos con covid-19 son dolor de garganta, congestión nasal, diarrea o problemas gastrointestinales y cansancio.
Zaragoza señaló que su experiencia es que pocas veces estos pacientes terminan en el hospital a causa del covid-19, y gran parte de las hospitalizaciones son para atender la deshidratación provocada por la fiebre.
Sobre el contagio, sostuvo que ha constatado en su práctica privada que la mitad de los pacientes pediátricos con diagnóstico de covid-19 viven con padres, madres o tutores que no se han vacunado.
Afirmó que el aumento en la incidencia de casos “ha cambiado un montón con esto de la variante delta porque antes de esa variante veíamos esporádicamente uno que otro caso en pacientes pediátricos”.
“Ahora estamos viendo un aumento en la cantidad de pacientes que vemos. Quizás porque los estamos diagnosticando más, porque están en la escuela y en los cuidos y cada vez que tienen algún síntoma, los mandan a hacer pruebas de covid-19 o micoplasma. Todo eso lo estamos diagnosticando más”, puntualizó.
Zaragoza indicó que en las oficinas pediátricas hay más retos a la hora de atender a los pacientes porque llegan familias que no se han vacunado.
Sostuvo que los médicos buscan hacerlos conscientes sobre la importancia de la vacunación y en muchos casos también tienen las vacunas disponibles.
Destacó que hay una preocupación particular con las madres que acaban de dar a luz y lactan a sus bebés y que no se han vacunado. En estos casos, señaló que se impide que estos menores puedan beneficiarse de la inmunidad.
“La inmunidad que adquieren los papás y mamás baja la posibilidad de que los papás se infecten y pasen el covid-19. Las madres lactantes vacunadas pasan los anticuerpos a los recién nacidos que están lactando y eso está estudiado”, señaló.
“El racional de vacunar a todo el mundo es proteger a los que no se pueden vacunar porque es menos probable que una persona vacunada enferme a otra. Una persona no vacunada puede enfermar a seis otras personas. Una persona vacunada enferma a uno o dos”, explicó.
Las vacunas están disponibles para personas mayores de 12 años y la expectativa de Zaragoza es que los menores entre 5 y 11 años puedan vacunarse desde finales de septiembre.
“Es bien triste. Es bien frustrante y es bien peligroso porque yo estoy entrando a la oficina pacientes sin vacunas que pueden ser un foco de infección para otros pacientes que no se pueden vacunar. Estoy metiendo en mi oficina papas sin vacuna con nenes que no se pueden vacunar y que sus papás sí están vacunados y los pongo en riesgo a todos”, manifestó la pediatra.
“A mí se me ha hecho bien difícil acomodar estos pacientes. Los pongo a primera hora del día para atenderlos y desinfectar todo”, abundó.
FUENTE: elvocero.com
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