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Arte y Cultura

Crean taller para inspirar amor por la plena puertorriqueña

En el centro urbano de Comerío, cada miércoles se reúne un grupo diverso de personas como parte del Taller Toca Plena

Cerca de una veintena de amantes de la plena, juntaron voluntades para crear un espacio que le permitiera sonar los panderos y de paso, enseñarles a otros los secretos de este género musical que se conoce popularmente como “el periódico del pueblo”.

Así, cada miércoles se encienden los ritmos patrios desde el centro urbano deComerío, a donde llegan los integrantes del Taller Toca Plena para dar rienda suelta a cadenciosas composiciones que lideran un compartir espontáneo.

Allí se unen maestros, músicos profesionales, comerciantes, artesanos, agricultores, comunicadores y productores, en un mismo sentimiento que atrae a distintas generaciones, tanto para tocar, cantar, bailar o simplemente deleitarse con la contagiosa lírica.

El proyecto se materializó hace más de dos años, luego de que un grupo de educadores se atreviera a romper con la rutina pues, en el pueblo existen varias agrupaciones de plena, pero no tenían un lugar para practicar.

Según Carrucini, el proyecto inició en el negocio de un amigo.

“Ahí comenzamos un miércoles y así seguimos reuniéndonos más compañeros y nos quedamos. Empezamos a darle forma, a dar talleres; varios de los integrantes somos maestros y maestras. Poco a poco se formó de manera orgánica con la gente que quiso unirse y apoyar”, apuntó el gestor cultural criado en el sector El Verde del barrio Naranjo.

Aunque la cifra de participantes del taller varía, hay unas 20 personas que permanecen firmes en su compromiso de educar, siendo la mayoría jóvenes adultos entre los 20 y 40 años.

“Los miércoles que es el día base, siempre llega un corillo a tocar, a pasarla bien. El que no va a tocar, va a mirar. Es el grupo base de diferentes edades, el más joven tiene 17 años. Pero tenemos niños y niñas que han llegado a tomar los talleres, familias que llegan completas. Los incluimos en lo que hacemos y son parte de esto”, asintió el director del taller.

Actualmente, el punto de encuentro es la Galería Urbana en donde dan la bienvenida “a todo el que quiera llegar, los miércoles entre 7:00 a 9:00 de la noche”.

“Hay días que vienen artistas invitados a dar talleres y luego nos juntamos para tocar. La aceptación ha sido muy buena. De alguna manera, se hace de la gente para la gente. Tocamos plena, pero también damos talleres de bomba, baile, ejecución musical, escritura, composición, toque de güiro y pandero y su confección”, enumeró.

De hecho, una de sus particularidades es que siempre hay pandero para el que quiera tocar. Así lo establecieron desde el principio del proyecto de base comunitaria.

“Uno de los proyectos que nos pusimos como meta, fue conseguir una cantidad suficiente de panderos para que, las personas que vengan, si no tienen instrumentos, nosotros se lo facilitamos. Eso ha sido bueno, porque, aunque no tengan el instrumento, llegan y se lo prestamos para que aprendan”, confesó.

Entretanto, abundó en que “la plena siempre ha sido de la gente; por eso se ha mantenido. Hay grupos que la han elevado a gran escala”.

“Hemos ido a tocar en distintos espacios, fiestas patronales de varios pueblos y el Festival Jíbaro de Comerío. Hemos dado talleres en las escuelas, negocios, a dondequiera que nos inviten, ya sea para tocar como grupo o dar talleres”, recalcó.

Por su parte, Wilmar Santos Padilla, estableció que el proyecto ha sido constante en resaltar la representación femenina dentro de estos espacios.

Siendo maestra de historia de profesión, la comerieña de 26 años, mencionó “la importancia que ha tenido este taller para que lleguen otras personas y que se sientan cómodas en el espacio. El crecimiento ha sido hermoso”.

“Hemos visto la representación femenina dentro de estos espacios. En el grupo base somos cinco chicas; una de ellas tiene 14 años, pero nos visitan niñas desde los seis años y, es bonito porque se empoderan”, expuso la percusionista.

Destacó que, para Comerío, el taller tiene un significado especial.

“Es demasiado importante, mucho más en la comunidad de Comerío que, aunque le llaman ‘cuna de trovadores’, es cuna de todo. De aquí han salido muchos músicos y es bien importante que nuestra base sea primero la bomba, la plena y aquí esa representación se ha visto mucho con el taller”, agregó.

FUENTE: elnuevodia.com

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