El reabrir los centros de cuido para niños en tiempos de coronavirus es una tarea compleja, por lo que —aunque la más reciente orden ejecutiva los incluye para comenzar a operar el 1ro de julio— esa decisión para muchos está sujeta a una extensa evaluación.
“Estábamos trabajando en el plan de seguridad con reducción de matrícula y medidas de distanciamiento, sobre todo a la hora de dormir de los niños, pero tenemos que esperar a que el Departamento de la Familia nos indique el plan a seguir y cómo lo vamos a hacer. Los centros grandes con capacidad como para 80 niños tienen el espacio para mantener los seis pies de distancia y la posibilidad de trabajar con el 50% de la matrícula, pero los cuidos pequeños no van a poder”, indicó De’ Marie Valentín, directora ejecutiva de la Cooperativa de Servicios Integrados a la Niñez (Cosiani), entidad que brinda apoyo educativo y asesoría a los centros de cuido para obtener su credencial.
Como a muchos de los negocios a los que se les ha permitido abrir de manera restringida, los propietarios de los cuidos tendrán que evaluar si disminuir la matrícula les es costo efectivo para mantenerse operando, así como la difícil decisión de a cuáles niños recibir y la manera efectiva de evitar el contacto físico entre los menores, una tarea que será retante.
“Entendemos que para el 1ro de julio no vamos a recibir todos los niños que tenemos regularmente. Yo creo que no van a llegar ni al 50% y hay que ver cuál será la reacción de los padres. Tenemos que reunir al sector, la noticia de que nos incluyeran en esta fase nos tomó por sorpresa, aunque hemos estado en comunicación con el Departamento de la Familia. También estamos esperando por unos fondos de ayuda que solicitamos y de los cuales no hemos tenido información”, comentó Vilmarie Esquilín, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Centros de Cuidado y Desarrollo del Niño, Inc. (Apccdn), entidad que cuenta con 130 miembros.
Por su parte, Heyda Torres, vicepresidente de Apccdn, entiende que antes de comenzar a operar hay que garantizar que el personal que trabajará con los menores esté debidamente adiestrado para evitar el contagio.
“Ya el personal de los centros tenía adiestramientos para manejar enfermedades infecciosas, pero se añadirán cambios —además de los que teníamos— como la adquisición de equipo protector para que los empleados se sientan seguros. También hay que ver la posibilidad de que algunos no quieran trabajar por miedo. Cada centro debe realizar su evaluación y ver cuáles empleados pueden trabajar”, dijo Torres.
Los protocolos que han establecido hasta el momento los centros de Apccdn —fijándose en lo que hacen países como España y Holanda, que han comenzado a abrir los cuidos de los más pequeños para luego seguir con elemental— incluye el lavado frecuente de manos, manejo de alimentos, separación en el descanso, contacto con los padres al entregar y recoger al menor, restricciones para entrar a los salones de clases, uso de mascarilla y ‘hand sanitizer’, entre otros.
FUENTE: elvocero.com