El cannabis medicinal podría dejar de ser una alternativa para pacientes que trabajan, ya que la ley laboral deja en mano de los patronos si penaliza o no a quienes arrojen positivo en pruebas de dopajes, aun cuando cuenten con la licencia para adquirir los tratamientos.
Representantes del sector describen la situación como una de inconsistencias entre la nueva ley para permitir la operación de dispensarios y certificar a pacientes para recibir tratamientos, y el marco legal de la ley laboral, que actúa en detrimento de la industria.
Aseguran que de no corregirse esto mediante legislación, los pacientes se verán obligados a decidir entre recibir el tratamiento que necesitan o mantener sus empleos, lo cual se convierte en otra piedra más en el desarrollo de dicha actividad económica.
Al presente, poco más de 60,000 pacientes poseen licencia para adquirir productos en los dispensarios autorizados en Puerto Rico. Cuando se aprobó la ley del cannabis medicinal se estimó que a esta parte existirían unos 400,000 pacientes autorizados para recibir tratamientos.
Jorge Ortiz Carrera se describe como una víctima de la ley laboral, ya que recientemente fue descartado para un empleo, aun cuando había superado tres entrevistas y había sido seleccionado para un puesto administrativo en una empresa multinacional. Luego de realizarse las pruebas de laboratorio de rigor, notó que no lo llamaban y cuando se personó a la oficina de recursos humanos de la empresa le indicaron que quedó descalificado al estar positivo en la prueba de sustancias controladas.
“Desde el primer momento, indique que era paciente de cannabis medicinal para el control del dolor por ser paciente de cáncer. Presenté mi certificación debidamente registrada, práctica que igualmente hice en el laboratorio. Al presentarme para conocer la razón por la cual no se me había vuelto a llamar, me indican que al dar positivo estaba descalificado para el puesto. Mostré mi identificación nuevamente, pero se me indicó que lamentablemente eran instrucciones de la administración”, manifestó Ortiz Carrera.
La alternativa que tiene, según dijo, será abandonar el tratamiento hasta que no haya rastro del cannabis medicina en su cuerpo para poder solicitar un empleo. “Es muy preocupante, porque con el cannabis fue que logré conseguir algo de alivio para mi condición”, admitió.
La abogada Marchand Sánchez recordó que el reglamento del cannabis medicinal expone que los puestos de trabajo que son sensitivos a la seguridad y los relacionados con el manejo de vehículos de motor, así como los empleados en deterioro ocupacional, están impedidos de utilizar el tratamiento. Sin embargo, fuera de esas excepciones, siempre y cuando estén bien dosificados y no presenten deterioro ocupacional, no ve la razón para que se discrimine contra esos pacientes.
“La utilización del cannabis medicinal, utilizándose como se indica y teniendo el carnet válido y vigente, es parte de la política pública de esta administración y está avalado por el Gobernador. El patrono tiene que asesorase, ya que se trata de un reto de la industria y responsabilidades compartidas entre ambas partes, paciente y patrono”, señaló Marchand Sánchez, y destacó que los patronos van a tener que tomar acciones concretas como la descripción de los deberes y responsabilidades de los trabajadores y reexaminar sus políticas y procesos.
Buscan gestar legislación
Harold Rosario, presidente de Back-Up Team Corp. aseguró que varios componentes de la industria ya trabajan con la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes para desarrollar una medida que atienda esta preocupación y trabaje con enmiendas a las leyes laborales, para la protección del paciente. “Entre las leyes laborales y la industria del cannabis hay una dicotomía, que redunda en un discrimen contra el paciente del cannabis medicinal. Se trata de una ley aprobada por el gobierno, por lo que se tendrán que atender los retos. Ya hemos avanzado en la agilización de los procesos para obtener la licencia. Ahora hay que trabajar con la protección de empleos para esos pacientes”, afirmó Rosario.
También recomienda que haya pruebas de sustancias controladas más específicas, para así reconocer la presencia del cannabis medicinal versus otros tipos de sustancias controladas.
El Dr. Genaro Vélez, unos de los médicos certificados para recetar el cannabis medicinal, comentó que los efectos en pacientes dependen -en gran medida- de las dosis administradas. Por ejemplo, planteó que aquellas dosificaciones que son bien elevadas en CBD –compuesto que no tienen efecto psicoactivo- y que suelen utilizarse para el dolor y la fibromialgia (dos de las condiciones de mayor demanda del medicamento), no representan riesgo laboral. “Todo depende del tipo de trabajo. Hay dosificaciones y cepas para el día y para la noche. Aquellas que se utilizan por las noches, como la que se utiliza para el insomnio, sale positivo en las pruebas de sustancias controladas, pero su efecto no interfiere con sus labores diurnas. Esto es igual a un paciente que utilice para el dolor, Tramadol o Percosec, si las utilizan durante el día su rendimiento va a ser inferior, pero no sale positivo en las pruebas. O sea estamos hablando de lo mismo, sinceramente no veo un efecto mayor en el rendimiento laboral”, expresó.
FUENTE: elvocero.com