Tras meses de anticipación sobre el nuevo concepto para los terrenos donde ubica el zoológico de Mayagüez, la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez, finalmente presentó ayer el plan maestro de lo que se conocerá como el “Eco Jardín de Puerto Rico Dr. Juan A. Rivero”, un espacio que no contará con exhibiciones de animales.
“Hay cierta necesidad del pueblo de Puerto Rico y de los turistas que nos visitan de tener espacios abiertos, donde haya contacto con la naturaleza y puedan recrearse”, dijo durante una mesa redonda en La Fortaleza.
Concretado el cierre del zoológico y el anuncio del traslado de los 328 animales que permanecen en cautiverio, como parte de un acuerdo logrado con las autoridades federales, el DRNA busca cómo restaurar el área y evitar que quede en el olvido, como ha pasado con otros espacios emblemáticos en el país.
La arquitecta Astrid Díaz, cuya firma está encargada del diseño del nuevo concepto, explicó, por su parte, que el espacio se convertirá en un jardín enfocado en la conservación de la naturaleza y en el reconocimiento del legado del biólogo Juan A. Rivero y del científico aguadillano Agustín Stahl.
Detalló que cada plaza está enfocada en un tema distinto: niñez, energía solar, resiliencia climática y naturaleza para todos. “Es un instrumento para que el pueblo lo utilice para educar más y mostrar ese compromiso con los recursos naturales y el amor por la naturaleza”, expuso.
Rechaza versión
Entretanto, Rodríguez rechazó que, como se ha ventilado, parte de las 107 cuerdas de terreno vayan a utilizarse para la construcción de complejos residenciales.
“Los terrenos pertenecen al gobierno de Puerto Rico y, ciertamente, hay unos terrenos ahí que son humedales, que están protegidos y no se puede hacer construcciones”, afirmó. “Este es el plan del gobierno. No se vislumbra ningún tipo de construcción de residencias, sino que el gobierno va a tener la titularidad (de los terrenos) y va a desarrollar este concepto”, sostuvo.
Al momento, el DRNA utilizará $3.1 millones de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para desarrollar la primera fase del proyecto. Inicialmente, la agencia también contemplaba el uso de $5 millones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), pero ahora evalúan la posibilidad de que parte de ese dinero sea donado a los santuarios a los que se trasladarán los animales.
“Hay unos costos de medicamentos, de las jaulas donde van a transportarse los animales, del personal médico veterinario externo que ha visitado el zoológico, pero al día de hoy no tenemos el número exacto de cuánto costaría el traslado”, expuso Rodríguez.
Abordado al respecto, el jefe de la Fiscalía federal en Puerto Rico, Stephen Muldrow, indicó que “no hay certeza” de que FEMA autorice dicha transacción. La solicitud no se ha realizado formalmente.
En veremos
En cuanto a las nuevas instalaciones, Rodríguez no pudo precisar ayer si la administración será exclusiva del DRNA o si mediará una alianza público-privada. “Es muy prematuro”, dijo.
La fecha de apertura ni el costo de la entrada tampoco están definidas.
La falta de recursos y la crisis fiscal que enfrenta el gobierno estatal fueron elementos que se consideraron al desarrollar el concepto, aseguró Rodríguez. Dijo que, tal como está conceptualizado, el parque sería de bajo mantenimiento. “Creo que lo hemos logrado y que las personas van a poder tener un concepto fácil de mantener y que va a perdurar por muchas generaciones”, arguyó.
Díaz agregó que un estudio realizado por la firma Estudios Técnicos reveló que, durante la fase de construcción, el proyecto generaría unos $15 millones en inversión directa e indirecta. “Tiene un gran potencial y, por eso, enfatizo que es una gran herramienta que le estamos dejando al pueblo”, señaló.
La primera fase de las obras –que incluye la construcción de las plazas y el centro de visitantes– debería estar completada en dos o tres años. “Vamos a comenzar con lo que es responsable fiscalmente, empezando por abrirles un espacio a las personas para que estén en contacto con la naturaleza”, sostuvo Rodríguez.
Diversos sectores han reconocido que, al momento, Puerto Rico enfrenta un serio problema de parques, balnearios y otras instalaciones recreativas, que permanecen en completo abandono, ya sea por la falta de fondos o capital humano para su mantenimiento.
FUENTE: elnuevodia.com