Una mujer de 46 años de la región de Ponce es la víctima mortal más reciente del COVID-19 en Puerto Rico, por lo que el total de fallecimientos a causa de la enfermedad aumentó a 2,037, informó el Departamento de Salud.
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SUSCRIBITEUna mujer de 46 años de la región de Ponce es la víctima mortal más reciente del COVID-19 en Puerto Rico, por lo que el total de fallecimientos a causa de la enfermedad aumentó a 2,037, informó el Departamento de Salud.
De acuerdo con la agencia, este deceso ocurrió el 24 de febrero.
“El total acumulado de muertes puede ser ajustado de acuerdo con el protocolo establecido por el Departamento de Salud, en consonancia con las pautas establecidas por CDC/NCHS y los criterios de estadísticas vitales de una defunción asociada con COVID-19, para la revisión de las muertes asociadas a COVID-19″, sostuvo Salud.
La dependencia también reportó 226 nuevos casos positivos confirmados, 74 casos positivos probables y 713 casos positivos sospechosos. Ante eso, los casos confirmados suman 92,708, mientras que los casos probables son 7,876 y los sospechosos 82,090.
Hasta hoy, los hospitales de la isla cuentan con 239 camas de intensivo y 839 respiradores artificiales disponibles para adultos.
Según Salud, el término de caso positivo confirmado hace referencia a los contagios cuyo resultado fue validado mediante una prueba PCR (molecular). El caso probable es aquel cuyo resultado positivo a la enfermedad se obtuvo mediante prueba de antígenos. Mientras, los casos sospechosos, también conocidos como resultados de anticuerpos, son aquellos que arrojaron positivo a la prueba serológica, y no tienen una prueba molecular o antígenos positiva.
Además, la agencia explicó una muerte confirmada por COVID-19 corresponde al deceso de una persona con una o más pruebas moleculares positivas. La muerte probable es aquel deceso de un paciente que fue diagnosticado con COVID-19 mediante una prueba de antígenos o que su su cuadro clínico reúne los criterios para creer que padecía de COVID-19, pero nunca tuvo una prueba molecular o de antígenos para detectar el virus. Mientras, la muerte sospechosa se refiere al fallecimiento de una persona en la que se detecta un anticuerpo específico en suero, plasma o mediante una prueba serológica con su sangre.
FUENTE: elnuevodia.com
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