El recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) lanzará en dos semanas las convocatorias para reclutar, a nivel local y en el extranjero, 30 nuevas plazas docentes con miras a contratar a estos profesores antes del próximo año académico.
La decana de Asuntos Académicos del recinto, Leticia Fernández Morales, detalló que las facultades y departamentos de la institución trabajan para detallar los requisitos de cada una de las plazas.
“El reclutamiento per se, esperamos que en abril nos contestan nos candidatos y podamos escoger al docente. Nuestra intención es que, dada la urgencia y necesidad que nos han manifestado las unidades, tengamos a estos docentes para agosto de 2021. Pero todo va a depender de la rapidez con la que el mismo departamento lleve a cabo le evaluación”, señaló Fernández Morales.
El rector riopedrense, Luis A. Ferrao Delgado, destacó que esta es la mayor cantidad de plazas docentes otorgadas a Río Piedras para un solo año académico en la pasada década, pero reconoció que se necesitan más.
La Administración Central de la UPR anunció en enero el otorgamiento de las 30 plazas para Río Piedras, las cuales se distribuirán entre 14 facultades, escuelas y departamentos: Escuela Graduada de Ciencias y Tecnologías de la Información (1), Biblioteca (2), Departamento de Consejería para el Desarrollo Estudiantil (2), Ciencias Sociales (1), Escuela de Arquitectura (1), Escuela Graduada de Planificación (1), Escuela de Derecho (1), Facultad de Administración de Empresas (3), Facultad de Ciencias Naturales (7), Escuela de Comunicación (1), Facultad de Humanidades (4), Facultad de Ciencias Sociales (2), Facultad de Educación (2) y Facultad de Estudios Generales (2).
Desde entonces, han surgido reclamos internos sobre cómo esta acción no llena a cabalidad las necesidades de la institución académica.
El 3 de febrero, la facultad de la Escuela de Derecho aprobó una resolución en la que solicitó que se otorguen dos plazas adicionales, para un total de tres plazas docentes, para poder cumplir con los estándares de acreditación de la American Bar Association y la Association of American Law Schools.
Asimismo, la directora del Departamento de Trabajo Social, Gisela Negrón, cuestionó que no se le otorgaran plazas docentes aun cuando esa unidad ocupaba el primer lugar en cuanto a puestos requeridos dentro de la Facultad de Ciencias Sociales.
“Hay situaciones, somo estas que nos han presentado para cumplir con los criterios de las agencias acreditadoras, en las que hemos indicado a las unidades que los profesores que se recluten por contrato para servicios a tiempo completo, si así se requiere por la agencia acreditadora, se le permita llevar a cabo otras labores de investigación y asesoría académica”, indicó la decana de Asuntos Académicos. “Lo que estamos diciendo es, vamos a reclutar (por contrato) a tiempo completo, les damos tareas según la agencia acreditadora exige y un poco más adelante, cuando sepamos el presupuesto que vamos a tener el año próximo, resolvemos el problema en esa área”, añadió.
Actualmente, en el recinto hay 216 docentes sin plaza, lo que significa que laboran por contratos que son renovados anualmente. No se pueden entablar contratos bianuales o que se extiendan por períodos más largos debido a las restricciones de la Oficina del Contralor para impedir que se comprometan presupuestos futuros, sostuvo Ferrao Delgado.
El rector reconoció que, mientras confeccionaban el plan de reclutamiento, se recibieron solicitudes para 204 plazas docentes. Las 30 nuevas plazas docentes supondrán un impacto económico de $2 millones, que provendrán del presupuesto de recinto, detalló Ferrao Delgado.
“El dinero no da para tanto. Estoy confiado en que vamos a tener otra ronda de petición de plazas para el año que viene”, sostuvo.
De cara al próximo año académico
Actualmente, tienen una matrícula aproximada de 13,000 estudiantes. El sistema universitario aún evalúa las solicitudes de estudiantes de nuevo ingreso para el próximo año académico, pero Ferrao Delgado destacó que el recinto de Río Piedras había recibido, al 26 de febrero, 8,995 solicitudes, lo que equivale a 364 más que las recibidas para la misma fecha el año pasado.
Tanto el rector como Fernández Morales señalaron que se toman medidas en reconocimiento a las dificultades que han enfrentado los estudiantes que provienen de escuelas superiores, que en los pasados cuatro años académicos han vivido interrupciones en sus estudios por huracanes, terremotos y pandemia.
Una de las medidas es el ajuste del índice general de solicitud (IGS) que se requiere para ser admitido a algunos programas académicos.El IGS se calcula a base del promedio académico que ha obtenido el estudiante en la escuela superior, junto a los resultados de pruebas de admisión universitaria, como la que administra el College Board.
La decana de Asuntos Académicos sostuvo que no todos los programas académicos tendrán IGS más bajos para la admisión de estudiantes de nuevo ingreso y la medida tampoco debe interpretarse como que están relajando los rigurosos requisitos académicos de la UPR.
“Nuestra razón de ser son los estudiantes. Una universidad no existe sin los estudiantes y si baja, por asuntos demográficos, mi población joven, ¿qué tengo que hacer? Tengo que bajar el IGS. El propósito, nuestra razón de ser, son los estudiantes. Hicimos un análisis y nuestros jóvenes han pasado por mucho, y eso nos ha afectado el rendimiento... Todas esas cosas las tenemos que tomar en consideración. La universidad se debe al pueblo, nuestro propósito es servir y seguir siendo el motor socioeconómico de país”, expresó Fernández Morales.
FUENTE: elnuevodia.com