A pesar de que, para enero de 2017, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares decretó, en una orden ejecutiva, una reducción de 20% en los puestos de confianza, este tipo de contratación ha aumentado en el gobierno, según datos del Registro de Puestos Ocupados.
De hecho, la propia Oficina del Gobernador, en lugar de reducir la contratación de confianza, la aumentó en un 20.2% al añadir unos 57 empleados entre los meses de febrero del 2017 y el 2018.
Esto se suma a que el presupuesto recomendado para esa oficina aumenta en un 182% para el próximo año fiscal.
Según la orden ejecutiva, el director ejecutivo de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), José Iván Marrero Rosado, se suponía que fuera la única persona que podría autorizar las contrataciones “excepcionales” en la Rama Ejecutiva. Ayer, sin embargo, el funcionario no estuvo disponible para explicar por qué las reducciones en los empleados de confianza que impone la orden ejecutiva no se cumplieron.
El catedrático en administración pública Mario Negrón Portillo resaltó que, de ordinario, el empleado de confianza recibe una mayor remuneración y, cuando se reducen los trabajadores de carrera, las agencias pierden recursos valiosos que ya dominan los procesos y los servicios gubernamentales.
Sostuvo que este desbalance en la proporción de empleados abona también a un problema de motivación entre los funcionarios cuando sus beneficios y su ambiente laboral empeora a diario.
“Hay un problema de motivación bien serio. Es uno de los problemas que tiene el gobierno desde hace mucho tiempo, y apunta a que se va seguir poniendo peor porque cada día hay menos razón para trabajar en el gobierno. ¿Qué estimula a alguien a trabajar o irse con el gobierno?”, cuestionó.
FUENTE: elnuevodia.com