Aunque nunca se descartó la posibilidad de que tuviera algo que ver con los hechos, la Policía informó esta mañana que considera oficialmente al esposo de la maestra asesinada ayer, miércoles, en la PR-183 en Juncos como sospechoso del crimen.
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SUSCRIBITEAunque nunca se descartó la posibilidad de que tuviera algo que ver con los hechos, la Policía informó esta mañana que considera oficialmente al esposo de la maestra asesinada ayer, miércoles, en la PR-183 en Juncos como sospechoso del crimen.
Desde el mediodía de ayer, oficiales de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas conocían del paradero del hombre y lo citaron hasta la comandancia de ese pueblo para entrevistarlo. En el proceso, la pareja de Ivette Vélez Flores, de 61 años, fue cuestionado en calidad de esposo y no así como sospechoso ante la falta de prueba circunstancial.
Sin embargo, el capitán Carlos Alicea Contreras señaló a El Nuevo Díaque, tras recabar más detalles que potencialmente ubican al esposo “en un vehículo cerca de la escena”, optaron por mantenerlo detenido en la comandancia por sospechas de un vínculo directo con los hechos.
“Él no ha cooperado, hoy vamos a retomar el interrogatorio, porque ya lo tenemos en calidad de sospechoso por la prueba circunstancial que tenemos a ver... porque como él ha sido errático y evasivo, vamos a retomar el interrogatorio para ver qué él puede aportar”, informó el oficial vía telefónica.
El arma utilizada en el crimen aún no está bajo custodia de las autoridades.
“Él está detenido, se le hicieron las advertencias de rigor como sospechoso”, acotó Alicea Contreras.
Resaltó, asimismo, que los vehículos ocupados serán sometidos a una prueba pericial.
“Dependemos del Instituto de Ciencias Forenses. De la prueba que tenemos, necesitamos ese análisis pericial y dependiendo de eso vamos a tomar una determinación en conjunto con los fiscales”, indicó el capitán.
Cuestionado sobre si parten de la premisa de que Vélez Flores fue ultimada dentro de un vehículo y luego fue lanzada a orillas de la citada vía, el funcionario respondió: “Esa información no la descartamos, pero obviamente aquí de la prueba circunstancial que tenemos lo ubicamos a él (el esposo) en un vehículo”.
Tampoco surge de la evidencia recopilada que una segunda persona ayudó o participó en este crimen.
Vélez Flores laboraba en el Centro Educativo Sueño Infantil como una maestra de salón hogar para el segundo grado. La institución educativa queda, aproximadamente, a seis minutos de la escena del crimen.
De hecho, la mujer vivía a escasos metros de distancia de donde se halló su cuerpo.
Su esposo es un retirado, confirmó la Policía. Además, no surge de los expedientes de la Uniformada que el hombre tenga licencia para portar armas de fuego. Incluso, una compañera de trabajo de la víctima, que llegó ayer a la escena del crimen, dijo a este diario que Vélez Flores nunca verbalizó que supiera de algún arma de fuego en posesión de su esposo.
Otros de los detalles que corrobora la Uniformada es si el esposo de Vélez Flores le solicitaba que cambiara de iglesia y le cuestionada por su cercanía con otras personas. Asimismo, investigan alegaciones acerca de que, supuestamente, la mujer compartió entre sus allegados que “tenía intenciones de separarse de él porque cada vez se tornada más violento, pero todo era verbal”, dijo una persona, quien no quiso ser identificada, a este diario durante el día de ayer, en la escena del crimen.
Familiares y amigos no reportaron el patrón de violencia
Alicea Contreras reiteró que cualquier persona que tenga detalles sobre un patrón de violencia física o verbal contra una mujer o cualquier otra persona tiene la responsabilidad de alertarlo a las autoridades, así sea bajo anonimato.
En este caso, tanto el hermano como una compañera de trabajo de la mujer informaron ayer que ella denunció entre sus allegados que su esposo se tornaba violento y, en ocasiones, la violentaba verbalmente.
Sin embargo, el capitán informó que a la región de la Policía en Caguas nunca se recibió una querella por denuncias similares contra Vélez Flores.
“Hemos hecho una búsqueda y, hasta el momento, no tenemos nada. Los vecinos y personas comentan, inclusive el hermano, que habían situaciones. Pero una cosa es que hayan situaciones y no las reporten, como pasa en mucho de los casos, y este caso no es la excepción, con este lamentable desenlace”, expresó.
Al tiempo, aprovechó para reiterar que la Uniformada garantiza un trato confidencial y responsable en el manejo de denuncias de violencia de género.
“Ahora mismo nosotros tenemos unos talleres en las escuelas para poder llevar el mensaje a esos muchachos adolescentes de las consecuencias que provoca la violencia de género. Lo hemos hecho en varias escuelas. Pero obviamente exhortamos a que se comuniquen al 743-2020 o al 9-1-1 sin mencionar su nombre, de manera confidencial. Esa es nuestra exhortación para cualquier persona que esté pasando por violencia de género o tengan conocimiento de algún caso”, aconsejó Alicea Contreras.
“En este caso pasó: muchas personas sabían de un patrón (de violencia de género) pero, por lo menos, de nuestros expedientes no consta que se haya reportado”, agregó.
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Tanto la Policía como la Oficina de la Procuradora de la Mujer tienen herramientas para atender, confidencialmente, cualquier señalamiento o querella sobre un patrón de abuso, maltrato o situación por violencia de género. Si eres o conoces de una persona que atraviesa un patrón similar puedes comunicarte con la Policía al (787) 792-6734 o (787) 343-2020, así como con la Oficina de la Procuradora de la Mujer al (787) 722-2977.
FUENTE: elnuevodia.com
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