Declaró, sin embargo, que “el gasto de mantenimiento no se tocó”. “Annelise Figueroa dijo que buscáramos el ahorro de los $400,000, pero que no tocáramos el gasto de mantenimiento”, agregó el testigo, aclarando que se refería al contrato de “San Juan Tropical”.
Cuando le preguntaron si sabía por qué no se tocó el contrato de SJ Tropical, respondió que “no”.
Relató que, luego, Figueroa le “presentó a Maurice” el “ejercicio” de los recortes que habían identificado en otras áreas del banco.
“¿Y qué pasó?”, preguntó el fiscal Acevedo.
“Annelise Figueroa no se reportó a la oficina”, contestó el testigo. Al pedirle que dijera si volvió a ver a Figueroa en el banco, Latorre González respondió que “no”.
“¿Qué le pasó a Maurice Spagnoletti después de que Annelise Figueroa presentó el análisis” de recortes, preguntó.
“Ahí fue cuando lo mataron”, afirmó el testigo.
Previamente, durante el interrogatorio, Latorre González indicó que originalmente había más de una compañía que ofrecían los servicios de limpieza en las más de 30 sucursales de Doral. Explicó que para el 2011, después de un periodo, SJ Tropical era la única que hacía ese trabajo, incluyendo el edificio principal en la avenida Roosevelt.
“Empezó con una región pequeña”, comentó. “En poco tiempo abarcó casi todas las sucursales”.
Al preguntarle quién “trajo SJ Tropical a Doral, declaró que “llegó por Nancy Vélez y Annelise Figueroa.
Pero, también dijo que antes de ese contrato, Rivera Solís “comenzó administrando el estacionamiento del edificio” central de Doral, y que “como un año después” llegó con SJ Tropical.
Luego, el fiscal preguntó sobre la relación entre Figueroa, Vélez y Rivera Solís, a lo que contestó: “Cercana”. “Se veía que tenían confianza entre ellos”, abundó.
Por otra pregunta del fiscal, Latorre González dijo que Vélez y Figueroa se referían a Rivera Solís como “padrino”, mientras que vio que los tres usaban “unas pulseras, típicamente”.
De otra parte, Latorre González también identificó en la sala judicial a Yadiel Serrano Canales, otro de los acusados por el asesinato de Spagnoletti.
“La gente lo llamaba ‘Motombo’”, apuntó el testigo.
Ese momento fue la primera vez en el desfile de prueba que le presentaron al jurado algún vínculo de Rivera Solís con Serrano Canales. Hasta ese momento, testigos cooperadores -convictos por narcotráfico- habían identificado a Serrano Canales como presunto gatillero y miembro de una organización criminal, supuestamente liderada por Luis Carmona Bernacet, alias “Canito Cumbre”, quien también está acusado por el asesinato de Spagnoletti.
Latorre González lo identificó como un supervisor de SJ Tropical con quien interactuó en varias ocasiones. Por su puesto gerencial, “iniciaba” la aprobación de las facturas de SJ Tropical, pero dijo que Figueroa tenía la palabra final.
Latorre González aseguró que reportó quejas por el servicio de SJ Tropical por “deficiencias”, mientras que esa compañía fue el único proveedor de servicio de Doral que pasó a cobrar de cada mes a semanalmente, lo que catalogó como que “no era común”.
Ante la pregunta de por qué el cambio, el exgerente dijo: “Buena pregunta, pero no... Fue una orden”. Luego indicó que fue Figueroa quien pidió el pago semanal.
Según el testimonio, Latorre González “aprobaba las facturas inicialmente, pero al final era Annelise Figueroa”.
“Dejé de aprobarlas”, dijo en relación aa las facturas de SJ Tropical, porque “no iban con los días trabajados. Se facturaba semanal, pero se le pagaba por adelantado” y “básicamente estaban facturando por trabajo que no se había hecho”.
Latorre González dijo que el presupuesto de su departamento se había afectado por los aumentos con ese contrato, que, recordó, costaba semanalmente “$20,000 aproximadamente”.
Además, declaró que poco después del asesinato de Spagnoletti, para el 23 de junio de 2011, recibió un correo electrónico de Rivera Solís incluyendo documentos “para la renovación del contrato para que lo pueda discutir con el nuevo encargado. Necesitamos saber el estado de los pagos de las facturas”, agregó el e-mail.
No obstante, Latorre González precisó que la prestación del servicio fue llevado a una subasta y resultó seleccionada otra compañía que cobró “40% a 60% menos” que SJ Tropical.
Figueroa y Rivera Solís fueron acusados por un gran jurado en el 2015 por supuestamente malversar unos $2,350,000 de la institución bancaria.
Los cargos fueron retirados en el 2016, cuando tomaba forma la pesquisa federal por el asesinato de Spagnoletti. En el 2018, a preguntas de El Nuevo Día, la entonces jefa de la fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez indicó que “durante el curso de ese caso (el de Figueroa), llegamos a tener conocimiento adicional de unos hechos que nos llevaron a desestimar ese caso y seguir investigando hasta las acusaciones que anunciamos hoy (en ese entonces)”.
“La compañía de mantenimiento le daba apoyo a muchos actos de este grupo de narcotraficantes, sobre todo, en actividades de lavado de dinero y, cuando se le canceló el contrato que era escandaloso en cuanto a la cantidad de dinero que recibían mensualmente, ahí surgió el motivo para despachar al señor Spagnoletti”, afirmó Rodríguez en el 2018.
Durante el contrainterrogatorio de Latorre González, el abogado de Rivera Solís, Leonardo “Leo” Aldridge, y el abogado de Serrano Canales, Peter Díaz, intentaron sembrar dudas en el jurado sobre impresión del testigo de que se trataba de un gasto excesivo, intentando desglosar el total por los empleados y cantidad de sucursales.
A preguntas de Aldridge, el testigo también dijo que tuvo problemas con otros suplidores por servicios prestados al banco.
Antes de que Latorre González, el Ministerio Público presentó otro testigo, Jan Carlos Negrón Rosado, para declarar sobre las alegadas operaciones de narcotráfico de los acusados.
Declaró que Luis Carmona Bernacet era el líder de la ganga que operaba en el residencial Villa Esperanza en San Juan, mientras que Serrano Canales era un gatillero de la misma ganga, en el residencial Jardines de Caparra en Bayamón.
Sin embargo, cuando Acevedo le pidió que los identificara, Negrón Rosado no pudo. “No logro reconocerlo”, dijo buscando a Carmona Bernacet, antes de que le pasara lo mismo con Serrano Canales.
Aseguró que no los veía desde aproximadamente desde el 2010. Sí los identificó a través de fotos que le mostraron los agentes federales cuando aceptó cooperar en el 2016.
El juicio responde a un pliego acusatorio emitido por un gran jurado federal que presentó cargos por narcotráfico contra Luis Carmona Bernacet, Serrano Canales, Alan Lugo Montalvo, Fabiany Alméstica Monge, Rolando Rivera Solís y Alex Burgos Amaro.
Por el asesinato de Spagnoletti, el mismo pliego acusa específicamente a Carmona Bernacet, Serrano Canales, Rivera Solís y Alex Burgos Amaro. Sin embargo, Burgos Amaro será enjuiciado en verano por un percance personal de su abogada.
Carmona Bernacet también enfrenta cargos por los asesinatos de William Castro Vidot, alias “Willie Libra”, en el 2002 y de René Cruz Cuadrado en el 2006.
El juicio recesó esta tarde en el Tribunal Federal del Viejo San Juan hasta el lunes.
FUENTE: elnuevodia.com