El juez federal Daniel Domínguez acogió la petición de la Oficina de Probatoria y emitió una orden de arresto contra Yaira Cotto Flores —maestra de inglés de San Lorenzo que fue convicta por transportar a un estudiante de 14 años a un motel para tener sexo— por no entregarse en dos ocasiones a las autoridades federales para comenzar a extinguir su sentencia de 10 años de cárcel y ocho años de libertad supervisada.
“Orden de arresto restringida”, lee el título de la orden que está sellada. Poco después el abogado de la convicta, Luis Rivera, emitió una moción, también sellada.
“Debido a que en dos ocasiones Cotto Flores ha sido instruida a entregarse al Negociado Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) y ha incumplido, solicitamos respetuosamente que se emita una orden de arresto tan pronto sea dada de alta del hospital (Panamericano) y sea llevada al Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo (MDC, por sus siglas en inglés) y permanezca allí hasta que sea llevada a la cárcel que le sea asignada”, indica una moción que había sido radicada por la oficial de probatoria de la convicta.
El documento indica que el pasado 29 de noviembre Cotto Flores fue contactada por la Oficina de Probatoria para indicarle que debido a que el juez le denegó —por segunda ocasión— su petición de permanecer en libertad bajo fianza pendiente a una apelación, tenía que entregarse no más tarde del 7 de diciembre.
Recluida en hospital psiquiátrico
Luego de varios intentos, el esposo de la convicta, Carlos Flores, indicó a los alguaciles federales que la mujer se encontraba en espera para ser admitida en el Hospital Panamericano en Cidra.
Finalmente, fue ingresada en esa institución mental luego de que le diagnosticaran “depresión mayor”.
Posteriormente, una trabajadora social del Hospital Panamericano contactó a los alguaciles para informarles que a Cotto Flores le iban a dar el alta hoy.
Sería llevada a Alabama
La primera falla, según la moción de la Oficina de Probatoria, ocurrió el 25 de octubre, cuando se le ordenó entregarse para ser llevada a la institución carcelaria Aliceville, en Alabama. Se observa que en esa ocasión su abogado radicó una moción en la que exponía que esa institución penal no era una psiquiátrica, como había ordenado la corte.
Evidencia en WhatsApp
De acuerdo con la prueba presentada por el ministerio público, desde noviembre de 2015 hasta marzo de 2016 la educadora le enviaba a la víctima mensajes de amor y de alto contenido sexual, a través de la aplicación WhatsApp.
Entre estos destacaron uno del 28 de febrero de 2016 -el día antes de los hechos- en el que Cotto Flores escribió “mañana vamos a sentirnos. Soy tu maestra y después de sentirnos hay que volver a la normalidad”.
Ese mismo día la convicta le escribió “no lo entiendes porque eres hombre y vas a estar dentro de mí y eso es significativo, pero nos tenemos que cuidar”.
Asimismo, el 2 de marzo de ese año la maestra le envió un mensaje al estudiante sobre lo que significaba la relación que sostuvieron y el día después de los hechos el joven le escribió a la hoy convicta que “la próxima vez voy sin miedo”. Cotto Flores le contestó: “Tranquilo, fue tu primera vez”.
FUENTE: elvocero.com