Durante su testimonio en el juicio por el asesinato del banquero Maurice Spagnoletti, el convicto Ángel León Figueroa aseguró que mientras estuvo en el sistema carcelario estatal entre 2004 y 2016 vendió dentro del Complejo Carcelario Las Cucharas, en Ponce, drogas que ordenaba al exterior a través de teléfonos celulares con los que se comunicaba con miembros de una ganga que operaba desde el residencial Villa Esperanza de la ciudad de San Juan.
León Figueroa, quien cumple una sentencia de 223 años a nivel estatal por la muerte a tiros de la Nicole Marie Muñiz Martínez la madrugada del 19 de agosto de 2003, narró ayer en la sala 5 del Tribunal federal del Viejo San Juan cómo en una ocasión logró junto a otros reos introducir dos libras de marihuana creando una línea con los elásticos de los “boxers” e hilo dental que era conectado a una soga que tenía preparada “amigos de la calle que se les pagaba para llevar la droga” al área boscosa aledaña a la institución carcelaria.
“Tiramos el hilo y ellos amarran la otra soga, que era más fuerte para que nosotros la subiéramos. Una vez la teníamos acá (uno de los extremos de la soga) ellos entonces amarraban los bultos con celulares, drogas y todo lo demás para que pudiéramos halarlos”, explicó León Figueroa a preguntas de la fiscal Kelly Zenón Matos.
Sobre la marihuana, el reo aseveró que “la metimos en la cárcel y la vendimos dentro” y que la transacción por la misma se realizó a través de un teléfono celular con el cual no solo hablaba con personas fuera de la cárcel, sino también otros presos de la misma institución.
Asimismo, León Figueroa reveló que durante los primeros años de su convicción recibió pagos mensuales de $100 de parte de uno de los acusados por la muerte de Spagnoletti, Luis Carmona Bernacet, conocido como “Canito Cumbre” y a quien identificó en sala más temprano en su testimonio cuando explicó que este recibía pagos de rentas por los puntos de droga controlados dentro del residencial Villa Esperanza.
Carmona Bernacet está acusado por la muerte del banquero junto a Rolando Rivera Solis, Yadiel Serrano Canales y Alex Burgos Amaro.
De igual forma, León Figueroa también recibía pagos mensuales de parte de Fabiany Alméstica Monge, para quien trabajó en su operación de distribución de drogas en el residencial Los Cedros de Trujillo Alto.
El testigo además reveló que fue el propio Fabiany quien le contó durante una conversación mientras estaba en prisión de cómo él, “Canito Cumbre” y un individuo apodado “Coquí Ninja” asesinaron a tiros a Carlos Ríos Cardona, alias “Carlitos Reja”, en 2004, debido a que había llegado información de que “estaba metiendo crack por el lado”, al residencial.
Alméstica Monge solo enfrenta cargos por conspirar para poseer y distribuir sustancias controladas y posesión de armas de fuego para fomentar el narcotráfico.
Vincula organización con prácticas religiosas
Además de relatar cómo operaba la venta de drogas dentro de la cárcel y narrar varios asesinatos alegadamente perpetrados por “Canito Cumbre”, León Figueroa también indicó que la organización criminal “bregaban con eso de babalao y santería”.
“’Canito’ tenía su padrino, que era uno que vivía en Guaynabo. Fui con ‘Monigote’ como dos veces a buscar unas pulseras y cosas así. Una vez me involucró con un tipo de esas cosas, un padrino, y me hizo comprar unos collares para un despojo en el Río Loíza y me dio un amuleto para que la Policía y los enemigos no me cogieran”, narró.
El testigo agregó que otros integrantes del grupo, al que se refirió en múltiples ocasiones como “el corillo”, realizaban prácticas religiosas “a menudo” con el objetivo de ganar “protección”.
No fue hasta el 2016 que León Figueroa decidió cooperar con las autoridades federales cuando llegaron a la institución a interrogar a los convictos por la muerte de Nicole Marie, precisamente fue otro reo quien el advirtió “que tuviera cuidado que los federales estaban investigando por la muerte de un banquero”.
Amenazas de muerte y asesinatos por encargo
A preguntas de la fiscal, el testigo aseguró que optó por cooperar con las autoridades en el 2016 debido a que “no tenía nada que perder”.
Previo a dicha aseveración, sin embargo, León Figueroa narró como en una ocasión había advertido a sus secuaces de la posibilidad de que optara por hablar con las autoridades.
“Hablé con ‘Monigote’ porque estaba molesto y le dije ‘esta gente no estaban bregando con nosotros y que no estaban enviando dinero ya’. Le dije que si seguían así iba a hablar algún día. ‘Monigote’, ‘Canito’ y Fabiany dijeron que si hablaba algún día iban a matar a mi hijo. ‘Monigote’ me lo dijo raspao”, manifestó.
El testigo también comentó que estas personas habían ordenado la muerte del testigo en el caso de Nicole Marie justo antes de que varios abogados de los acusados objetaran la línea de preguntas.
“Estaba por teléfono cuando dijeron de la orden. Mandaron a un muchacho de Santurce, Jonas. Le dieron $10,000 y mataron al papa del testigo en el caso Nicole”, sentenció.
El juicio se reanuda hoy, a partir de las 9:00 a.m., con el contrainterrogatorio por parte de los equipos de defensa.
FUENTE: elvocero.com