Después de 15 años de trabajar en documentales, la cineasta Nadia Hallgrense topó con un tema que convirtió su trabajo en una misión personal. La escala de la devastación del huracán María sobre los puertorriqueños es algo que todavía no se ha terminado de contabilizar, pero una supervisión obsesiva sobre las noticias de los que se vieron obligados a abandonar a Puerto Rico le trajo recuerdos a la directora de los relatos que le hizo su abuela cuando ella llegó con sus hijos al Bronx. La emoción y frustración de esto llevó a que la cineasta tomara acción y el resultado de su jornada personal es “After María”,documental que estrenó esta semana en la plataforma digital de Netflix.
Durante una conversación telefónica exclusiva con El Nuevo Día, Hallgren explica por qué optó por un formato corto para un tema tan complejo y su esperanza de que el contar esta historia tenga un impacto real para evitar que se vuelva a repetir.
Como alguien de ascendencia puertorriqueña, ¿cual fue tu experiencia al ver lo que sucedió con Puerto Rico tras el huracán María antes de que tomaras la decisión de hacer el documental?
NH-Siempre he admirado y apreciado el formato corto para un documental. Ahora mismo es la primera vez que estoy trabajando en uno que va a ser un largometraje, pero hasta ese momento ese era el formato en que había trabajado como cineasta. Cuando decidimos comenzar ese proyecto el gobierno federal ya había puesto un límite en la cantidad de tiempo que los sobrevivientes del huracán podrían quedarse en los hoteles. Luego de estar filmando con ellos se le dio una extensión a esa primera fecha. Así que sabíamos que teníamos un tiempo limitado para poder comunicar su experiencia de estar en el hotel. Y nosotros nos quisimos enfocar en eso específicamente. Eso nos ayudó a darnos un parámetro dentro de esos temas. Eso reafirmo para mí que el formato corto era el más apropiado.
¿Como fue el proceso de seleccionar a las mujeres que se convierten en el núcleo del documental?
NH- Una vez estaba clara que quería hacer el documental me comuniqué con mi socia y productora y nos sentamos a escribir todas nuestras ideas y lo que queríamos capturan con el proyecto. El próximo paso fue usar una publicación que había en el internet donde se daba el listado de todos los hoteles en Nueva York que estaban dando albergue a los sobrevivientes del huracán con ayuda del gobierno federal. Nos dimos a la tarea de visitar todos esos hoteles y realizamos una investigación extensa de entrevistas con ellos y con los empleados de los hoteles de cómo había sido el proceso. La mayoría de las personas estaban bien interesadas en compartir sus historias con nosotras. Una cosa llevó a la otra y eventualmente en una actividad que se hizo para todas esas familias fue que conocimos a Glenda, Sheila y Kenya. La tres estaban en la misma mesa y en esa primera conversación con ellas nos dimos cuenta de la amistad profunda que había surgido entre ellas como resultado de su experiencia. Y eso es algo que trasciende al huracán María. Pensamos que quizás un espectador que no quiere saber más nada sobre el huracán estaría interesado en ver como se dio esa relación entre esta mujeres que están luchando para la supervivencia de sus familias. Ellas nos dieron acceso completo a sus vidas y en ese proceso nosotros quedamos emocionalmente conectadas a ellas. La esperanza es que lo mismo suceda con los que vean el documental.
¿Cuán difícil fue trazar la línea de como iban a documentar la vida de gente que se esta quedando sin recursos sin ustedes intervenir de alguna forma?
NH- Sí, en este medio en particular eso siempre crea un conflicto bien difícil. El tener que presenciar los traumas de estos seres humanos. Pero cuando las cámaras no estaban prendidas, nosotras forjamos una amistad genuina. Ellas nos cuidaron a nosotros al igual que nosotras a ellas. Yo llevo trabajando en documentales por quince años, así que eso es algo que aprendí con el tiempo. Además yo tengo mucha fe en el poder de contar historias y me aferré a lograr que el documental se hiciera para poder contar sus historias de una forma auténtica y que eso impulsara a todo el que lo viera a querer hacer algo y ayudar. Es parte de mi trabajo saber que eso no es algo que va a pasar inmediatamente y que hay que concentrarse en el trabajo de contar su historia para poder llegar a ese momento de gratificación.
Ahora que el documental ha recibido una plataforma de distribución global en Netflix, ¿que impacto te gustaría que tuviera el documental?
NH-Primero que la conversación que genere logre un cambio concreto en como se distribuye y se da ayuda a las personas que son víctimas de un desastre natural como María. Y además de eso que el filme abra más espacio para que la gente entienda o tome consciencia de la relación colonial que existe entre Puerto Rico y los Estados Unidos. Esta historia es resultado de como esa relación ha sido puesta a prueba. Y el resultado ha sido una evidencia contundente de la hostilidad que tiene la administración actual hacia los puertorriqueños. Así que la esperanza es que esto no se olvide para que haya presión y se cambien las leyes para que esto no se vuelva a repetir.
FUENTE: elnuevodia.com