La Cámara de Representantes retiró ayer de todo trámite legislativo el proyecto de ley que buscaba prohibir las terapias de conversión luego de haber recibido una carta con la petición del gobernador Ricardo Rosselló, en cumplimiento con el reglamento de ese cuerpo legislativo.
Mientras que el proyecto de libertad religiosa —que se aprobó en la Cámara esta semana—, requiere que el Senado actúe para su devolución —tal como solicitó el primer ejecutivo— el próximo día de sesión.
El portavoz de la mayoría en la Cámara, Gabriel Rodríguez Aguiló, detalló que el proyecto de las terapias sería devuelto a la Comisión de lo Jurídico para iniciar el trámite que concluiría con su retiro.
“No es por Twitter, por Facebook, Instagram, ni conferencia de prensa. Una vez el gobernador haga la petición oficial lo retiramos porque son sus proyectos, si no se quedan en comisión”, reaccionó Rodríguez Aguiló poco antes de que llegara la carta de Rosselló.
La legisladora insistió en que el contenido del proyecto de libertad religiosa —que permitía que los empleados públicos se negaran a ofrecer un servicio a personas que no sean compatibles con sus creencias religiosas— también está contenido en una orden ejecutiva que Rosselló firmó en octubre de 2017. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con la medida de las terapias de conversión, tema sobre el cual Rosselló también firmó una orden ejecutiva.
Satisfecha Laboy
Temprano el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, comentó en sus redes sociales que no cedería a “chantajes” con ambos proyectos. La medida de libertad religiosa había sido asignada a la Comisión senatorial de Revitalización, que preside la senadora novoprogresista Zoé Laboy.
“Creo que aquí lo importante es que Puerto Rico es el que ganó. Estos dos proyectos eran malos para Puerto Rico”, reaccionó Laboy.
En tanto, el representante popular Luis Vega Ramos opinó que la presión de la ciudadanía, de artistas y de algunos congresistas estadounidenses “abochornó al gobernador”.
“Estoy tan orgulloso del pueblo puertorriqueño que haya abochornado al gobernador y a los legisladores del Partido Nuevo Progresista (PNP) para tener que retirar los proyectos de odio, discrimen y humillación que ellos mismos presentaron”, afirmó.
Mientras que el representante independentista Denis Márquez atribuyó la decisión de Rosselló a la indignación que expresaron sectores influyentes del País y al de las entidades que lucharon en contra de ambas medidas.
“Todas esas expresiones manifestaron la indignación de la inmensa mayoría de este país con el proyecto de la libertad religiosa. Ayer (miércoles) la presidente de la Comisión de lo Jurídico dijo a la prensa que quienes votaban eran los legisladores, pero aquí quedó demostrado que cuando uno vota tiene que ser votando sobre aquellas cosas en las que responda al País, los votantes y al pueblo”, sostuvo.
Márquez lamentó que se haya mutilado el proyecto de las terapias de conversión para complacer a los sectores fundamentalistas. Esta pieza perseguía prohibir esta práctica —que se alega sirve para cambiar la orientación sexual de una persona— desde la práctica profesional, pero no así desde las religión.
FUENTE: elvocero.com