En una conferencia de prensa inesperada y a minutos de cumplirse el plazo para cumplir su condena, Oscar López Rivera dio sus primeras palabras a sus compatriotas tras el portón de un condominio en Santurce, donde pasó los últimos tres meses. Allí ubica la casa de su hija Clarissa.
“Me siento requetefeliz por estar en la patria”, dijo emocionado López Rivera a un grupo de periodistas que se reunieron en el dicho lugar, entre ellos varios medios internacionales.
Este fue recibido por el coro de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico y varios líderes políticos como la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, y el senador independentista Juan Dalmau. “La Universidad de Puerto Rico tiene que existir, tiene que continuar para ponerse mejor. A los estudiantes que luchen”.
Sobre un mensaje para Puerto Rico, el exprisionero político indicó que”no resignarnos nunca y echar para a’lante siempre. Podemos. Nosotros somos un pueblo hermoso y creo que podemos unirnos”.