La Oficina Independiente de Protección al Consumidor (OIPC) alertó a los clientes de LUMA Energy que, conforme a la ley vigente, el consorcio no puede tardar más de 120 días en corregir errores de cálculo en las facturas, si bien es un escenario que se repite, de acuerdo con la directora ejecutiva del organismo, Hannia Rivera.
El plazo de 120 días, precisó Rivera, aplica igualmente a las facturas estimadas, es decir, cuando no se realiza una lectura del consumo incurrido por el abonado.
“En cualquier factura con algún error de cómputo, la utilidad solo tiene 120 días para corregir de manera retroactiva. Lamentablemente, no ocurre, pero se supone que, por ley, la utilidad solo pueda cobrar retroactivamente (ese período). He tenido consumidores que les han corregido la factura de años”, dijo Rivera.
El texto de la Ley 272-2002 dispone que el tope de cuatro meses para el cobro retroactivo aplica únicamente a clientes residenciales, pero no a quienes “mantienen sus contadores fuera del alcance visual de nuestros lectores”. El año pasado, destacó Rivera, la OIPC logró que, al amparo de esta ley, LUMA devolviera $90,000 a clientes.
Ante la posibilidad de que, tras la subestimación recurrente de facturas, LUMA intente recobrar la diferencia de un solo pago, Rivera recomendó que el cliente se mantenga abonando cantidades cercanas a su consumo promedio.
“El inconveniente mayor pudiera ser a través del portal cibernético porque a lo mejor te adjudica automáticamente la cantidad correspondiente a esa factura. Sin embargo, yo entiendo que debe haber métodos que le permitan al consumidor modificar la cuantía para cumplir los pagos por la cuantía que desea, sea por teléfono o en alguna oficina comercial”, dijo Rivera, recalcando que “el consumidor tiene derecho a saber su consumo (exacto)”.
Pese a reiterados pedidos a través de la oficina de prensa de LUMA, la directora de Servicio al Cliente, Noriette Figueroa, no estuvo disponible para entrevista.
“Cada mes, LUMA lee sobre 1.4 millones de contadores eléctricos para garantizar que nuestras facturas muestren el consumo eléctrico correcto de los clientes. En los casos en los que LUMA no pueda leer directamente un contador de un cliente, seguimos la práctica estándar de la industria de la facturación estimada”, se limitó a expresar, por escrito, el portavoz Hugo Sorrentini.
Rivera recordó que, al decretarse el fin de la emergencia por la pandemia de COVID-19, LUMA reactivó su programa de cortes de servicio a clientes morosos.
“Ciertamente, se está reflejando en un incremento mayor (de notificaciones) en cuentas comerciales en esta fase del proceso, pero podemos anticipar que, cuando entren en la fase de cuentas residenciales, de igual forma haya incremento en la cantidad de consumidores que reciban correcciones de facturas como resultado de estimaciones prolongadas”, comentó Rivera, al afirmar que la OIPC carece de datos que permitan proyectar cuántos clientes se encontrarían en esta situación.
FUENTE: elnuevodia.com