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marihuana

Salud reafirma su posición de limitar la venta de la flor del cannabis

La agencia, que culminó el proceso de discusión pública del nuevo reglamento que regula su uso, busca también limitar la aprobación de licencias, dispensarios y manufactura

El Departamento de Salud se encuentra en proceso de preparar el nuevo reglamento que regulará el uso del cannabis medicinal en Puerto Rico, y ayer culminó el término para recibir comentarios del público.

Durante la revisión y discusión del reglamento, una de las preocupaciones principales giró en torno a la limitación de la venta de la flor de esta planta, que desde mayo de 2015 es autorizada para fines terapéuticos en determinados casos y personas.

En una industria que actualmente cuenta con 25,855 pacientes autorizados para el uso del cannabis medicinal (2,437 más que los que había al pasado 27 de abril), la restricción a la venta de la “moña” –como se le conoce a la flor de esta planta– podría poner en riesgo la cantidad de pacientes que se benefician, o lo harían en el futuro, de esta modalidad de tratamiento, pues es la que más se utiliza y la más módica entre los productos disponibles en los 48 dispensarios que hay en la isla (ocho más que al 26 de marzo).

“En los dispensarios, el 60% a 70% de las ventas son de la flor (de la marihuana), en parte porque es lo más económico, unos $10 el gramo, mientras que el gramo concentrado (en otros productos como aceites y gotas sublinguales) cuesta $70 a $80”, dijo el licenciado Goodwin Aldarondo, presidente de Puerto Rico Legal Marijuana (PRLM), organización creada hace tres años para educar y adiestrar a personas interesadas en ser parte de esta industria.

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En declaraciones escritas, el Departamento de Salud, a través de Maricela Díaz, oficial de prensa de la agencia, comunicó ayer que, tras haber cerrado el período de comentarios en torno al nuevo reglamento, el oficial examinador asignado a esta gestión deberá rendir un informe para luego evaluar los comentarios y hacer cambios de ser necesario. No se informó cuánto es el tiempo estipulado para completar esta etapa.

Mientras tanto, Aldarondo advirtió ayer que, aunque el nuevo reglamento aún no ha sido aprobado, Salud les ha enviado cartas a los dispensarios para restringir la venta de la flor del cannabis.

“Están poniéndoles presión a los dispensarios para que no vendan la flor, a menos que lo diga el médico (que evaluó y le recomendó este tratamiento al paciente)”, dijo el abogado, quien resaltó que, además de que la venta de la flor es más económica, es la modalidad más completa al incluir la mayor cantidad de propiedades terapéuticas de la planta.

Según Aldarondo, tal como está redactada la ley que viabiliza el uso del cannabis medicinal en la isla (Ley 42 del 2017), se permite que tanto un médico como “una persona interesada” refiera que el método idóneo para el paciente es la flor. Esa persona interesada, resaltó, podría ser tanto el paciente como su acompañante autorizado.

Datos de Salud ofrecidos ayer revelan que en la isla hay 1,742 acompañantes autorizados, personas mayores de 21 años encargadas de realizar gestiones necesarias para viabilizar el uso médico del cannabis por un paciente cualificado que tenga a su cargo.

No fue posible entrevistar ayer al licenciado Antonio Quilichini, director ejecutivo de la Junta Reglamentadora de Cannabis Medicinal, a través de una petición emitida a Díaz.

Sin embargo, ya Salud ha enfatizado en la recomendación médica para la venta de la flor del cannabis a través de al menos tres cartas circulares emitidas entre febrero y marzo de este año. De hecho, el pasado 20 de marzo, Quilichini informó en una carta circular dirigida a los dispensarios que la Junta había concedido un período de gracia de 90 días a partir del 14 de marzo de este año para permitir a los dispensarios continuar vendiendo la flor a los pacientes autorizados como método de tratamiento, mientras el paciente gestiona una nueva recomendación médica que será luego presentada ante la Junta y evaluada por el Cuerpo Asesor Médico. Tras este período, la carta enfatiza que los dispensarios no podrán venderles la flor a pacientes que no hayan gestionado su nueva recomendación médica.

“Si quieren eliminar la flor hay que enmendar la ley. No se pueden quitar derechos que da la ley”, dijo, por su parte, Aldarondo.

Por su parte, la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico no favorece el uso de la flor en el tratamiento de cannabis medicinal.

En las vistas públicas para discutir el nuevo reglamento, Wanda Maldonado, decana de la Escuela de Farmacia, sugirió que se elimine la vaporización de la flor, “pues no se puede dosificar al paciente y podría ser perjudicial a su salud”.

Además, sugirió que se elimine a la anorexia de las condiciones autorizadas para este tratamiento, ya que, según indicó en su ponencia, “no hay ningún estudio que establezca que el cannabis medicinal es útil para esta condición”.

Mientras tanto, entre enero del año pasado y enero de este año se han radicado 17 medidas legislativas relacionadas con el cannabis, la mayoría (12) en la Cámara de Representantes. Una de ellas, el proyecto de la Cámara 941, busca prohibir la reclasificación y distribución de la flor del cannabis en la Ley de Sustancias Controladas de Puerto Rico.

Freno a las licencias

Salud llevó a cabo dos vistas públicas, los pasados 21 y 22 de mayo, para discutir los cambios al nuevo reglamento de cannabis medicinal propuesto por el gobierno.

Uno de los puntos comunes fue que se mantenga la venta de la flor del cannabis, coincidió Ingrid Schmidt, presidenta de la Asociación de Cannabis Medicinal.

“Un tema común fue cómo trabajar la flor sin ser demasiado punitivo o prohibitivo a los pacientes (su compra)”, dijo.

Para Schmidt, el camino de la aprobación del nuevo reglamento ha sido “bastante inclusivo”, con el insumo de pacientes, médicos y personas que laboran en esta industria. Una de las áreas que ameritan mayor discusión, señaló, es la de los parámetros que fijarán para la aprobación de las distintas licencias exigidas.

Según lo que ha trascendido, con el nuevo reglamento se limitará la aprobación de una serie de licencias, como las de dispensarios y manufactura. Lo que se propone es que algunos de estos permisos solo se otorguen en municipios que aún carecen de estos negocios, hasta que se alcance la cifra de 40,000 pacientes autorizados para el uso del cannabis, explicó Aldarondo.

Datos de Salud ofrecidos ayer indican que actualmente hay 48 licencias de dispensarios y 14 de manufactura. Las solicitudes para licencia de cultivo fueron detenidas en noviembre de 2016. Información en la página de internet de la agencia revela que, al 26 de marzo de este año, había 14 licencias de cultivos. Datos ofrecidos ayer a través de Díaz indican que actualmente hay 18 licencias de cultivo otorgadas, y no fue posible certificar si la agencia abrió nuevamente la ventana de licencias de cultivo.

Uno de los problemas en la emisión de licencias, advirtió Aldarondo, es el tiempo que al paciente le toma solicitarla, particularmente su renovación. Según el abogado, uno de los dilemas es la falta de personal y equipo en Salud para agilizar esta gestión.

“Tenemos una ley y un reglamento, pero hay que imponer multas y hacer inspecciones. Es difícil (con poco personal)”, dijo Aldarondo, quien resaltó la necesidad de allegar más fondos para esta gestión gubernamental, así como para seguir fortaleciendo la parte educativa.

Para la licenciada Mayra Maldonado, quien bajo la pasada administración de gobierno fungió como asesora legal de Salud, no se debe prohibir la venta de la flor del cannabis a pacientes autorizados, particularmente por su bajo costo y por su efecto más rápido y concentrado que otros productos de esta planta. Coincidió en que se debe fortalecer la parte educativa para que se haga buen uso del producto.

“Mientras más lo restrinjan, menos opciones tiene el médico para darle al paciente toda la gama (de productos disponibles)”, dijo, por su parte, el doctor Johnny Rullán, exsecretario de Salud y uno de los 321 médicos autorizados para recomendar este tratamiento, según el número más actualizado ofrecido ayer por Salud.

Según el galeno, solo se ha alcanzado a una mínima parte de los 300,000 potenciales pacientes que se había estimado que podrían beneficiarse de este tratamiento.

FUENTE: elnuevodia.com

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