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Vecinos claman por orden y seguridad en la calle Loíza: "No podemos dormir en paz"

Hace años, los residentes de la zona –escenario de un doble asesinato el sábado– exigen un horario de cierre para los negocios

La doctora Ángeles Acosta Rodríguez vive en la calle Loíza, en San Juan, hace más de 20 años, y cada vez se siente más desplazada ante la ola criminal que arropa a su barrio, en el que comparte inquietudes con sus vecinos, todos consternados por la balacera que cobró la vida de dos turistas peruanos el sábado pasado.

En los últimos años, hemos visto un aumento en la criminalidad, la violencia, en la proliferación de permisos, que empiezan siendo restaurantes y terminan siendo barras y que no tienen control ninguno. Estamos consternados porque nos duele muchísimo que dos personas, independientemente que sean turistas o sean puertorriqueños, mueran en nuestro barrio”, denunció ayer la sicóloga clínica y portavoz de la comunidad.

Acosta Rodríguez insistió en que la falta de un código de orden público uniformado, que incluya establecer horarios de cierre en las barras, coincide con el incremento de la criminalidad e inseguridad nocturna.

Recalcó, además, que el doble asesinato de Franco Medina Angulo, de 29 años, y Sergio Palomino Ruiz, de 28, refleja la falta de un plan para proteger a su comunidad. La balacera, que aún es investigada por las autoridades, se suscitó frente al negocio Emo-Y Bar & Lounge, el cual fue multado, por tercera vez, horas antes del incidente, por no cumplir con sus permisos.

En entrevista con El Nuevo Día, el alcalde de San Juan, Miguel Romero Lugo, indicó que presentó, el año pasado, un borrador de código de orden público para que fuera examinado por distintas comunidades y comerciantes, e incluía un horario de operación de negocios y demás postulados para unificar ciertas reglas.

“Antes que culmine el año fiscal, nosotros presentaremos el producto final de ese borrador, que sería ya un proyecto que se radicará en la Legislatura Municipal para que se lleven a cabo vistas públicas y participe todo el que quiera para tener un código público balanceado”, dijo.

Romero Lugo apuntó que, como el borrador ya tenía un control operacional, “hay probabilidad de que nosotros presentemos eso como parte del proyecto final”. Aunque no precisó fecha, Romero Lugo aseguró estar abierto a reunirse con los vecinos, ante la petición de la comunidad de un cónclave urgente.

En la calle Loíza, desde la intersección de la avenida De Diego y la calle Serrano hasta la calle Soldado Serrano, se ubican aproximadamente 70 comercios locales, según cifras del Municipio de San Juan. A su vez, el ayuntamiento estima que hay unos 1,700 hogares, con una población residencial de 3,900 personas.

Evitan salir de noche

Varios residentes consultados por El Nuevo Día coincidieron en que evitan salir de noche. “Yo no salgo. Hay que orar para que Dios siempre nos cuide”, dijo Ángela Pérez, vecina de 75 años.

Al igual que ella, Rubén Rosario, de 79 años, se encierra en su hogar a partir de la 1:00 p.m. o 2:00 p.m. “La noche es candela. Salgo si es por la mañana. Visito a mi hija, pero de noche no salgo a pesar de que me crie aquí. A veces, tiran balas al aire, y si confunden a uno...”, compartió.

“Le he cogido miedo a la calle”, agregó Rosario, quien recomendó al gobierno municipal iluminar la zona, porque “esto aquí es boca de lobo”.

“Hace tres semanas, hubo una balacera frente a una barra y hubo heridos también. Hay también asaltos a mano armada. Esto está fuera de control. Anoche (anteanoche), vi un vídeo en el que se ve las rondas de la Policía, pero yo diría que hacía años que aquí no pasa una ronda consecutivamente”, sostuvo, entretanto, Acosta Rodríguez.

Debaten horario de cierre

Uno de los principales reclamos del barrio Machuchal y otros limítrofes de la calle Loíza es establecer un horario de cierre para las barras a las 2:00 a.m.

“Necesitamos un código de orden público que corresponda a las necesidades de los residentes, porque mucha gente dice que es una calle comercial, pero vive gente. La mayoría de los restaurantes de la calle Loíza ya a media noche están cerrados. Son las barras que permanecen abiertas”, insistió Acosta Rodríguez.

“Llevamos mucho tiempo querellando la falta de seguridad por parte de los agentes de orden público. No podemos dormir en paz y, si no puedes hacerlo, ya hay una alteración a la paz diaria”, expresó, por su parte, Sofía Vidal Liceaga, también portavoz de la comunidad.

Entretanto, la presidenta de la Asociación de Residentes Machuchal Revive (ARMaR), Tania Moscoso Arabia, estimó que 20 negocios ubicados en la calle Loíza operan 24/7, de acuerdo con una reciente investigación.

Israel Molina, propietario del restaurante-barra Casa Laurel, reiteró que siempre ha estado dispuesto a operar en un horario más temprano e, incluso, ha sostenido reuniones con la Policía a esos fines. “Siempre he cerrado, lo más tardar, a la 1 de la mañana… solo un día a la semana: los viernes”, indicó.

Las comerciantes Gabriella Pagán Berríos, de Monti Smoke Boutique, y Mónica Oquendo, de Electroshock, estarían también de acuerdo en aplicar un horario de cierre a las 2:00 a.m.

Mientras, el alcalde de San Juan sostuvo que la mayoría de los comentarios, en el borrador del nuevo código de orden público, fueron en rechazo a establecer un horario de cierre.

“Las personas que participaron, donde la participación era voluntaria, eran en contra de la imposición de horarios de operación, pero la mayoría eran personas que representaban el sector comercial”, dijo Romero Lugo.

Ante esa inquietud, indicó que comisionaron un estudio de impacto económico al economista Vicente Feliciano, que está siendo considerado en los toques finales del código de orden público.

Falta de estacionamientos

Mientras policías municipales daban multas por estacionarse en línea amarilla, lo que, según vecinos, no sucedía hace mucho tiempo, Vidal Liceaga resaltó la problemática de comensales que ocupan, con sus vehículos, estacionamientos de residentes.

En muchas ocasiones, (las calles del barrio) les sirven de estacionamiento, porque conceden permisos a las barras, pero ¿y los estacionamientos? Se estacionan en las entradas y salidas de las casas y, si ocurre una emergencia, (las familias) no pueden salir de sus casas por una actividad comercial aquí, que no cumple con la reglamentación del área ni con los reglamentos vigentes, en los que se exige que, por la capacidad de ocupación, haya un área específica de estacionamiento”, señaló la portavoz.

Denunció la falta de consideración de los comercios y clientes con la comunidad, lo que, a su vez, entiende como una dinámica que incentiva el desplazamiento.

“Queremos ver acciones, horarios de cierre, seguridad, manejo de basura... Son muchas cosas las que nos afectan”, opinó Guillermo Carrión, residente del barrio Machuchal hace seis años.

El sábado pasado, la comunidad hizo una vigilia por la muerte de los dos turistas frente al negocio Emo-Y Bar & Lounge. “Uno de los vecinos comentó: ‘Hay dos calles Loíza: está la Loíza de día y la de después de las 10:00 p.m., cuando abren los negocios y se transforma. Escuchamos los disparos todo el tiempo”, lamentó Carrión.

En respuesta, Romero Lugo indicó que se ha reforzado el patrullaje, lo que comprobó El Nuevo Día en la mañana de ayer, cuando, en alrededor de una hora, los agentes pasaron más de tres veces. Precisó que, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m., tienen dos patrullas adicionales a la del precinto; y, de 6:00 p.m. a 6:00 a.m., otras tres.

FUENTE: elnuevodia.com

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