La escalada en la incidencia de asesinatos de los últimos días en Puerto Rico volvió a levantar el debate sobre el uso de códigos de orden público para atajarle el paso a la criminalidad, un punto de importancia en la estrategia de la gobernadora Wanda Vázquez en la lucha contra la actividad delictiva.
Luego de reunirse ayer con la alta oficialidad del aparato de seguridad pública, la primera ejecutiva recabó la ayuda de los alcaldes y alcaldesas a través de sus guardias y ordenanzas municipales para restringir los horarios en los que operan negocios, principalmente los que expenden bebidas alcohólicas.
“La responsabilidad es de todos y si la Policía establece un plan de trabajo con la Policía municipal de algún municipio, no podemos empezar reforzándolo y a la semana o semana y media dejar esa colaboración”, destacó Vázquez, al concluir la reunión en el Cuartel General de la Policía, en Hato Rey.
Señaló que mientras en municipios como Bayamón, Carolina y Caguas hay códigos de orden público, en San Juan no existen, al menos, de la misma manera. Explicó que al cerrarse los negocios en otros municipios la violencia se traslada a San Juan, donde ya han ocurrido 27 asesinatos, un aumento de siete casos comparado con el pasado año.
El comisionado de Seguridad Pública de San Juan, José Caldero, dijo a EL VOCERO que las estadísticas de crímenes en la capital apuntan a que la mayoría ha ocurrido entre 4:00 a.m. y el mediodía. También recordó que en San Juan nunca se han impuesto horas de cierre a los negocios por entender que esto afectaría las zona turística de Condado, Viejo San Juan, Miramar y la Calle Loíza.
San Juan cuenta con varios códigos de orden público que no tienen horarios establecidos para el cierre de los negocios. Solo en la zona de las Fiestas de la Calle San Sebastián en el Viejo San Juan, cada enero, es que se aprueba una ordenanza municipal especial para establecer horarios de cierre por la amplia cantidad de visitantes.
“Si analizamos los asesinatos en San Juan, no se resolvería con un cierre de negocios a las 2:00 a.m. En San Juan tenemos el área más grande turística y ahí no se pueden aplicar los códigos porque son áreas turísticas. San Juan es complicado”, afirmó Caldero.
Mencionó que de los 27 asesinatos ocurridos en San Juan en lo que va de 2020 (hasta el domingo), 12 han ocurrido entre las 4:00 a.m. y las 12 del mediodía. Siete de estos asesinatos han ocurrido entre las 8:00 p.m. y 4:00 a.m., añadió.
Caldero recabó un análisis mayor, ya que informó que hay otros municipios —como Bayamón y Carolina— que han registrado alzas en sus índices de criminalidad.
Reforzarán estrategias
Además de la preponderancia en su discurso sobre los códigos de orden público, la gobernadora —en cuya reunión también estuvieron los comandantes de área— adelantó que se reunirá próximamente con la secretaria de Justicia, Dennise Longo, y con el secretario de Corrección, Eduardo Rivera Juanatey.
Advirtió que procurará que se tomen las medidas correspondientes para encarcelar a quienes se encuentren en libertad con grillete electrónico y violen las condiciones para merecer ese privilegio. Precisó que parte de los señalamientos de los altos oficiales de seguridad es la presencia en las calles de delincuentes que burlan las condiciones de los grilletes electrónicos y reinciden en la comisión de delitos.
En el caso particular de Justicia, Vázquez comentó que también procurará la asignación de un fiscal por cada región para que atienda a los agentes que soliciten órdenes de allanamiento y citaciones para obtener evidencia en los casos.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Janer, defendió las gestiones de colaboración con la Policía y les dijo a los delincuentes: “Vamos a retomar las calles de Puerto Rico”.
Mientras, el comisionado de la Policía, Henry Escalera, habló de que hay distintas iniciativas, “pero vamos a continuar trabajando mano a mano con las entidades municipales y federales”.
Compleja la criminalidad
En lo que va del presente año hasta la madrugada del lunes, 105 personas fueron reportadas como asesinadas, 13 más que las ultimadas para esta misma fecha el año pasado. Entre el viernes y el lunes en la mañana se reportaron 11 de estos asesinatos, incluyendo el de una mujer trans y el de una joven universitaria.
Alfonso Martínez Taboas, psicólogo clínico y expresidente de la Asociación Puertorriqueña de Psicólogos, expresó que los países con la criminalidad en alza por lo general lo pueden atribuir a la desigualdad social.
“La pobreza lleva a que la sociedad rechace las personas, las discriminen y eso causa malestar. La sociedad se enferma. Puerto Rico es una sociedad donde —en muchos sectores— existe ese discrimen. Cada día hay más desigualdad económica. En Estados Unidos pasa lo mismo”, opinó. “Cuando llegas a asesinar a alguien, ya llegaste al punto máximo y matar no les causa conflicto”, añadió.
Un país con mejores oportunidades de empleo, mejores salarios y con un sentido de justicia lograría reducir la incidencia de crímenes, según expresó el también catedrático de la Universidad Carlos Albizu.
“Muchos de los que cometen estos crímenes están endrogados. Es un problema bien complejo que tiene aspectos sociales, políticos y culturales y hay que impactar todas estas áreas”, expresó.
Entre los asesinatos del fin de semana ocurrió el de Neulisa Luciano Ruiz, una mujer trans conocida como Alexa. El activista de derechos humanos, Pedro Julio Serrano, exigió que este asesinato se investigue como un crimen de odio.
“El terrible asesinato de una mujer trans, revelado en un vídeo donde se le acecha y se le caza, no es otra cosa que un crimen de odio motivado por la intolerancia. Las autoridades tienen la obligación de investigar este asesinato sin prejuicios. Los medios también tienen la responsabilidad de utilizar pronombres correctos y no promover más la transfobia al catalogar a una mujer trans como un ‘hombre vestido de mujer’. Además, hay que denunciar el discurso de odio de los grupos fundamentalistas que han promovido un clima donde se le enjuicia y se le persigue a una persona trans por el mero hecho de usar un baño”, aseveró Serrano.
Martínez Taboas recordó que los crímenes de odio se caracterizan por ir dirigidos a minorías específicas y nacen de ideas erróneas, como pensar que un grupo vale menos que otro.
“A veces está envuelta la ideología religiosa de que se lo merecen porque Dios no los quiere. Cuando cometen crímenes de odio no sienten remordimiento porque piensan que es algo necesario, que están ´limpiando´ la sociedad de gente mala e indeseable”, agregó.
“Por eso es que los crímenes de odio son tan preocupantes y nosotros como sociedad debemos rechazar ese tipo de personas y educar. Es una lacra social y la única manera de eliminarla es la educación. Los mismos políticos y religiosos encienden la mecha. Necesitamos mucha más educación para poder hacerle justicia a esa comunidad”, dijo el experto.
FUENTE: elvocero.com