Washington - En una derrota para los derechos de la comunidad LGBTQ+, la mayoría conservadora del Tribunal Supremo determinó el viernes que una artista gráfica cristiana que quiere diseñar sitios web de bodas puede negarse a trabajar con parejas del mismo sexo.
Lorie Smith, una cristiana evangélica, denunció al estado de Colorado en 2016 con la intención de lograr una excepción a la ley de derechos civiles estatal para ofrecer únicamente servicios a parejas heterosexuales.
El tribunal falló 6-3 a favor de la diseñadora Lorie Smith (303 Creative LLC vs. Elenis) a pesar de que la ley de ese estado que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual, la raza, el género y otras características. Smith había alegado que la ley viola su derecho a la libertad de expresión.
Los detractores de Smith advirtieron que una victoria suya permitiría discriminar a toda una serie de empresas, negándose a atender a clientes negros, judíos o musulmanes, a parejas interraciales o interconfesionales o a inmigrantes. Pero Smith y sus partidarios afirmaron que una sentencia en su contra obligaría a los artistas -desde pintores y fotógrafos hasta escritores y músicos- a realizar un trabajo que va en contra de sus creencias.
La decisión es una victoria para los derechos religiosos y forma parte de una serie de casos de los últimos años en los que los jueces se han puesto del lado de los demandantes religiosos. El año pasado, por ejemplo, el tribunal se pronunció en línea ideológica a favor de un entrenador de fútbol que rezaba en el campo de su instituto público después de los partidos.
La decisión también supone un retroceso del Tribunal en materia de derechos de la comunidad LGBTQ. Durante dos décadas, el tribunal ha ampliado los derechos de las personas LGBTQ, sobre todo dando a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse en 2015 y anunciando cinco años más tarde que una ley histórica de derechos civiles también protege a gays, lesbianas y transexuales de la discriminación laboral. Esa decisión sobre la ley de derechos civiles también fue redactada por Gorsuch.
Sin embargo, incluso cuando ha ampliado los derechos de los gays, el tribunal ha tenido cuidado de decir que aquellos con diferentes puntos de vista religiosos debían ser respetados. La creencia de que el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer es una idea que “durante mucho tiempo ha sido sostenida -y sigue siendo sostenida- de buena fe por personas razonables y sinceras aquí y en todo el mundo”, escribió, en ese momento, el juez Anthony Kennedy en la decisión del tribunal sobre el matrimonio gay.
El Tribunal retomó esa idea hace cinco años, cuando se enfrentó al caso de un repostero cristiano que se opuso a diseñar un bizcocho para una boda entre personas del mismo sexo. El tribunal emitió una sentencia limitada a favor del pastelero, Jack Phillips, diciendo que había habido una hostilidad inadmisible hacia sus puntos de vista religiosos en la consideración de su caso. La abogada de Phillips, Kristen Waggoner, de Alliance Defending Freedom, también llevó el caso más reciente ante el tribunal.
Smith, propietaria de una empresa de diseño en Colorado llamada 303 Creative, no crea actualmente páginas web de bodas. Ha dicho que quiere hacerlo, pero que su fe cristiana le impediría crear sitios web que celebren matrimonios del mismo sexo. Y ahí es donde entra en conflicto con la ley estatal.
Colorado, como la mayoría de los demás estados, tiene una ley que prohíbe a las empresas abiertas al público discriminar a sus clientes. El estado dice que, en virtud de la llamada ley de acomodaciones públicas, si Smith ofrece páginas web de bodas al público, debe ofrecerlas a todos los clientes, independientemente de su orientación sexual.
Las empresas que infringen la ley pueden ser multadas, entre otras cosas. Smith alegó que aplicarle la ley viola sus derechos de la Primera Enmienda. El Estado no está de acuerdo.
FUENTE: elnuevodia.com