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Venezuela

Cayó "Fat Leonard", buscado por el mayor caso de corrupción en la Armada de EEUU: estaba en Venezuela e intentaba viajar a Rusia

Estaba en Venezuela e intentaba viajar a Rusia: el contratista Leonard Glenn Francis se había fugado de su arresto domiciliario tras declararse culpable de soborno. Agasajó a oficiales de la Marina con dinero, comida gourmet, puros, coñac y fiestas sexuales salvajes en hoteles de lujo

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La policía venezolana detuvo a un empresario malayo prófugo apodado “Fat Leonard”, que está en el centro de un importante escándalo de sobornos de la Marina estadounidense, cuando se preparaba para salir del país hacia Rusia, informó la Interpol venezolana.

Leonard Glenn Francis fue detenido el miércoles en el principal aeropuerto internacional del país en virtud de una notificación roja solicitada por Estados Unidos por delitos de corrupción y soborno, dijo el jefe de Interpol en Venezuela en un comunicado publicado en Instagram.

El empresario malayo se quitó la tobillera de seguimiento y escapó de su arresto domiciliario en Estados Unidos a principios de este mes ante su inminente sentencia, informó el diario San Diego Union-Tribune. Luego, el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 40.000 dólares por información que conduzca a la detención del contratista.

Los fiscales del caso dijeron que, a cambio de información clasificada y contratos, Francis había agasajado a los oficiales de la Marina con dinero en efectivo, comida gourmet, puros caros, coñac poco común y fiestas sexuales salvajes en hoteles de lujo.

Las autoridades estadounidenses no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

La fuga de novela de ‘Fat Leonard” en EEUU

Una personalidad desbordante y jovial hizo que un empresario malayo conocido como “Fat Leonard” obtuviese contratos ventajosos en toda el Asia y se enriqueciese ofreciendo fiestas en las que sucedía de todo y regalos lujosos a oficiales de la Armada estadounidense.

El empresario malayo se quitó la tobillera de seguimiento y escapó de su arresto domiciliario en Estados Unidos a principios de este mes ante su inminente sentencia, informó el diario San Diego Union-Tribune. Luego, el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 40.000 dólares por información que conduzca a la detención del contratista.

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Los fiscales del caso dijeron que, a cambio de información clasificada y contratos, Francis había agasajado a los oficiales de la Marina con dinero en efectivo, comida gourmet, puros caros, coñac poco común y fiestas sexuales salvajes en hoteles de lujo.

Francis se declaró culpable de soborno en enero de 2015 y aceptó renunciar a 35 millones de dólares en ganancias mal habidas. Según ese acuerdo de culpabilidad, Francis pagó unos 500.000 dólares en sobornos a responsables de la Marina.

Llegó a Venezuela procedente de México, con una escala en Cuba, y tenía previsto seguir hasta Rusia, según el comunicado de Interpol. Las autoridades iniciarán ahora su procedimiento de extradición, añadió.

Las autoridades estadounidenses no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

La fuga de novela de ‘Fat Leonard” en EEUU

Una personalidad desbordante y jovial hizo que un empresario malayo conocido como “Fat Leonard” obtuviese contratos ventajosos en toda el Asia y se enriqueciese ofreciendo fiestas en las que sucedía de todo y regalos lujosos a oficiales de la Armada estadounidense.

Lo que se sabe del caso:

¿QUIÉN ES ‘FAT LEONARD’ Y POR QUÉ FUE CONDENADO?

Francis manejaba un servicio de transporte de cargas de su familia llamado Glenn Defense Marine Asia Ltd, o GDMA, con sede en Singapur, que suministraba agua, comida y combustible a los barcos. Figura enigmática, Francis fue el principal contacto de los barcos de la Armada estadounidense en los puertos de Asia durante más de dos décadas. Hay fotografías suyas comiendo y parrandeando con altos oficiales de la Armada, a quienes les daba puros caros, entradas para conciertos y los llevaba a fiestas en las que pasaba de todo en hoteles de lujo desde Tailandia hasta las Filipinas.

A cambio de ello, y de dinero, los oficiales hacían la vista gorda cuando cobraba de más por sus servicios. Cuando las autoridades se dieron cuenta de lo que sucedía, le tendieron una trampa. Lo hicieron ir a San Diego con cuentos y allí lo arrestaron en un hotel, en el 2013. Dos años después se declaró culpable y admitió que había ofrecido más de 500.000 dólares en coimas a oficiales de la Armada, contratistas y otros que lo ayudaron. Usó su influencia para que los comandantes llevasen sus barcos a puertos que él controlaba, así podía disimular sus cobros por servicios que no había prestado. Los fiscales dicen que estafó a la Armada al menos 35 millones de dólares.

¿POR QUÉ NO LO HABÍAN SENTENCIADO TODAVÍA?

Francis se exponía a 25 años de cárcel, pero su sentencia fue postergada una y otra vez porque era un testigo clave en los procesos contra los oficiales de la Armada. Llegó a un acuerdo con los fiscales en el que se comprometió a cooperar con la investigación y con su ayuda fueron condenado 33 de 34 inculpados, incluidos más de dos docenas de oficiales navales.

Estando bajo custodia, fue hospitalizado y tratado por un cáncer renal y otros problemas de salud, según documentos legales. Tras ser dado de alta, una jueza dispuso en el 2018 que siguiese sus tratamientos desde un condominio. Debía usar un monitor con GPS y estar vigilado por guardias de seguridad las 24 horas del día.

¿QUÉ SE SABE DE SU ARRESTO DOMICILIARIO?

Francis tuvo problemas con el dueño del condominio y debió dejarlo, según documentos legales. Pero no volvió a la cárcel. Su abogado convenció a la jueza de su caso de que le permitiese seguir afuera, recibiendo atención médica. Se mudó a otra propiedad alquilada. Estuvo bajo arresto domiciliario casi cinco años. La jueza de distrito Janis Sammartino expresó en reiteradas ocasiones reservas acerca del arreglo, por el cual Francis pagaba a la firma de seguridad encargada de vigilarlo. No está claro cuántas personas estaban asignadas a su vigilancia ni dónde se apostaban. El arreglo fue modificado varias veces, dependiendo de la salud de Francis.

En una audiencia de diciembre del 2020, la jueza se enteró que en una ocasión la vivienda no estuvo vigilada por tres horas porque los guardias se fueron a comer.

¿ALGUIEN SE MOSTRÓ INCÓMODO ANTES DE SU FUGA?

Sí. Sammartino puso en duda la afirmación del abogado de Francis en el sentido de que estaba demasiado enfermo como para ser tratado por el personal de la Oficina de Prisiones. También se mostró sorprendida al enterarse de que los tres hijos de Francis y su madre estaban viviendo en el mismo predio. Su abogado solicitó a la jueza que le permitiese caminar con sus hijos hasta su escuela e ir al supermercado de vez en cuando. La jueza, sin embargo, dijo que ya se le habían hecho demasiadas concesiones, de acuerdo con documentos del tribunal.

También surgieron dudas acerca de si realmente su salud justificaba que permaneciese fuera de la prisión. A fines del 2020 la jueza recibió una carta de un cirujano de San Diego que había tratado a Francis y quien decía que ya estaba recuperado. Pero el abogado de “Fat Leonard”, sostuvo que había otros problemas de salud y el malayo recibió autorización para seguir afuera hasta el 23 de mayo del 2022. No se difundieron otros documentos acerca del tema de la vivienda.

¿CÓMO FUE QUE SE ESCAPÓ?

Los vecinos vieron un camión de mudanza de U-Haul que iba y venía a partir del viernes. Dos días después, el domingo, Francis se sacó el monitor usando tijeras para cortar metales y desapareció. La policía fue llamada seis horas después.

¿QUÉ SE ESTABA HACIENDO PARA ENCONTRARLO?

Diez organismos de seguridad estaban buscando a Francis y se informó de su fuga a las autoridades mexicanas, ya que su casa está a solo 40 minutos de auto de la frontera con México.

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