La acusación detalla docenas de actos por parte de Trump y sus aliados para revertir su derrota en el estado, incluido el hostigar al secretario de Estado de Georgia para que hallara suficientes votos con el fin de que Trump pudiese conservar el poder; importunar a funcionarios con alegatos falsos de que se había cometido un fraude electoral, e intentar persuadir a los legisladores de Georgia a ignorar la voluntad popular y nombrar a una nueva serie de compromisarios del Colegio Electoral favorables a Trump.
“Trump y otros de los acusados en esta imputación se negaron a aceptar que Trump perdió y, a sabiendas y voluntariamente, se unieron a una conspiración para modificar ilegalmente el desenlace de las elecciones en favor de Trump”, señala el acta acusatoria emitida el lunes por la noche por la oficina de Fani Willis, la fiscal de distrito del condado Fulton.
Otros indiciados son el ex jefe de despacho de la Casa Blanca Mark Meadows; el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani; y Jeffrey Clark, un funcionario del Departamento de Justicia del gobierno de Trump que impulsó su plan para revertir su derrota electoral en Georgia.
La imputación es el cuarto caso penal contra Trump en cinco meses, cada uno en una ciudad distinta, que serían intimidantes para cualquiera, más aún para un acusado que al mismo tiempo está postulándose a la presidencia.
A medida que se suman las imputaciones, Trump —el favorito para conseguir la nominación republicana a la presidencia— suele referirse al hecho de que es el único presidente de Estados Unidos que ha enfrentado cargos penales. Sigue haciendo campaña y recaudando fondos en torno a dichos temas, presentándose a sí mismo como una víctima de fiscales demócratas que están tras de él.
La imputación acusa a Trump de hacer declaraciones y escritos falsos por una serie de afirmaciones que le hizo al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, y a otros funcionarios electorales del estado el 2 de enero de 2021, incluyendo que hasta 300.000 boletas “fueron agregadas misteriosamente al escrutinio” en las elecciones de 2020, que más de 4.500 personas que no estaban empadronadas sufragaron, y que un trabajador electoral del condado Fulton, Ruby Freeman, era un “falsificador profesional de votos”.
_____
Los periodistas de The Associated Press Jeffrey Martin y Brynn Anderson en Atlanta; Jill Colvin y Michael R. Sisak en Nueva York, Russ Bynum en Savannah, Alanna Durkin Richer en Boston y Farnoush Amiri en Washington contribuyeron a este despacho.
FUENTE: Associated Press